Abraham Martínez Alcañiz y entraña cuantiosas bajas para las Fuerzas Armadas. La topografía de la ciudad, con múltiples edificios, bodegas, sótanos, alcantarillado, construc-ciones una ventaja militar para quien se aprovecha de estas estructuras, constitu-yendo ubicar tiradores de precisión o colocar artefactos explosivos improvisados. A título de ejemplo se estima que un grupo armado de unas 1.000 personas puede defender y hostigar una ciudad de 100.000 habitantes, siendo nece-sario con éxito21. Con este dato se demuestra que unos pocos efectivos pueden hacer frente a toda una fuerza regular utilizando como campo de batalla la ciudad, sobre todo las estructuras de la misma. que no ha podido abandonar la ciudad, lo que complica –si cabe más– la conducción de las hostilidades, pues debe distinguirse en todo momento al combatiente o guerrillero de la persona civil que no participa directamente en las hostilidades, tarea harto compleja para el soldado que se halla in-merso otro lado, la situación o colocación de objetivos militares en bienes civiles o en sus proximidades determinará un análisis profundo de los métodos y medios de combate que se pretenden utilizar, y si resulta de conformidad a derecho un ataque sobre los mismos. Así pues, si las Fuerzas Armadas quieren desenvolverse correctamente en este nuevo campo de batalla su adiestramiento e instrucción sobre la conducción de las hostilidades resulta esencial, mereciendo una especial consideración el principio de distinción, el cual se satisface con base en el concepto de identificación positiva22. aprecia que la devastación de la urbe ha alcanzado una connotación ma-yúscula. sus estructuras básicas y reduciendo su calidad de vida a un umbral paupérrimo. Esta devastación tiene lugar en muchos casos por el uso in-debido a fin de no destruirse la habitabilidad de la ciudad, sería que los medios de combate utilizados fuesen adecuados al fin que se pretende obtener, distinction for U.S. warfighters». Virginia Journal of International Law, vol. 56, núm. 1. 2016, p. 85. 60 resistentes, escuelas, hospitales o edificios militares, supone per se perfectos parapetos para mantener una defensa con pocos efectivos, unos 5.000 efectivos de las Fuerzas Armadas para recuperar la ciudad Llegados a este punto, no podemos olvidarnos de la población civil en una situación de devastación y peligro inminente y constante. Por Por último, en las batallas que han tenido lugar recientemente en zo-nas urbanas, como son la de Mosul (Iraq), Al Raqqa o Aleppo (Siria), se Las ciudades han quedado literalmente laminadas, destruyéndo-se de los bienes civiles y por la utilización de armas explosivas con-vencionales de gran potencia capaces de causar estragos. Lo aconsejable, 21 vautravers, A. Op. cit,. p. 441. 22 merriam, J.J. «Affirmative target identification: operationalizing the principle of Revista Española de Derecho Militar. Núms. 109 y 110, enero-diciembre 2018
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