LOS ESGUÍZAROS EN LOS CONFLICTOS BÉLICOS DE LA... 165 y poco pan, pues era causa de grandes revueltas entre los villanos, como había acaecido en los Grisones, aunque la rápida actuación del conde Carlos Casati apaciguó los disturbios44. No fue el único motín que tuvo que solventar, pues en el verano de 1690 se produjo otro a orillas del Lago Constanza, en la ciudad imperial de Bregenz, cercana a los Grisones, donde ochocientos milicianos de la caballería que demandaban sus pagas se amotinaron. En esta ocasión el embajador solicitó numerario a Mónaco y Saboya, que lo remitieron antes de que sufrieran consecuencias mayores45. Las propuestas del embajador francés contribuyeron a que las discrepancias entre los cantones se agravasen hasta situaciones extremas. Una de ellas provocó una disputa tan enconada entre los diputados que asistieron a la dieta que fue resuelta con las armas, muriendo en la refriega varias personas. Para aplacar a los congregados y evitar males mayores los Capuchinos se vieron obligados a salir con el Santísimo en procesión. El motivo que ocasionó la reyerta fue el anunció del diplomático de que disponía de una letra de cien mil escudos para repartir entre los representantes cantonales, pero si no se tenían en cuenta sus proposiciones regresaría a París. Desconocemos si cumplió o no su amenaza, pero lo cierto es que los acuerdos establecidos con la Liga de Augsburgo fueron refrendados46. Las negociaciones sobre las contrataciones de efectivos en la Helvética se producían generalmente al comienzo de los conflictos armados, de ahí que en los inicios de la Guerra de los Nueve Años Juan Bautista Cassani expidiese numerosos despachos al secretario Alonso Carnero. Durante el resto del conflicto no se remitió ningún hasta el 13 de agosto de 1697, cuando faltaba poco más de un mes para que finalizara la lucha. En este memorial advierte que el duque de Saboya, que se hallaba en la órbita francesa desde el año anterior, a través de su embajador en los cantones estaba difundiendo ideas contrarias a la paz y la quietud de Italia, ya que daba por seguro que en el Monferrato habían conquistado los franceses feudos imperiales y que si no ponían remedio rápidamente cerrarían los pasos y la comunicación entre el Final y el Estado de Milán. La visita del citado diplomático, aseguraba Juan Bautista Cassani, sorprendió a las autoridades helvéticas, quienes en un principio pensaron que su desplazamiento tendría como fin la contratación de regimientos, pero no hizo ningún ofrecimiento y estaba solo a la expectativa47. 44 Negocios de Estado entre varias Coronas, BRAHM, sig. 9/3625, memorial dirigido a Alonso Carnero el 3 de noviembre de 1689. 45 Negocios de Estado entre varias Coronas, BRAHM, sig. 9/3625, memorial dirigido al secretario Alonso Carnero el 9 de agosto de 1690. 46 Negocios de Estado entre varias Coronas, BRAHM, sig. 9/3625, memorial dirigido a Alonso Carnero el 30 de mayo de 1690. 47 Consulta del Consejo de Estado, AGS, Estado, legajo 3429, exps. 24-28. Revista de Historia Militar, 126 (2019), pp. 165-174. ISSN: 0482-5748
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