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ORIGEN DE LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 21 Para Claudio Sánchez Albornoz España es el resultado de tres desembarcos: el de Tarik en las costas de Tarifa en 711, el de Colón en Guanahani en 1492 y el de Carlos I en la asturiana ensenada de Tazones en 1517. A la muerte de Fernando de II de Aragón el país quedó sumido en un caos por la ruina económica y la cuestión sucesoria. A Fernando le sucedió su hija Juana, pero como para entonces ya había dado muestras de graves desarreglos psicológicos quedó recluida en Tordesillas, quedando el gobierno de Castilla en manos del regente cardenal Cisneros a la espera de la llegada del príncipe Carlos que residía en Flandes desde su nacimiento. Como quiera que la llegada de Carlos se dilataba, el cardenal le escribió apremiándole a presentarse en Castilla, pues los nobles estaban revueltos y se inclinaban por coronar a Fernando, hermano menor de Carlos, ya que era uno de ellos, fácil de manejar por la nobleza y, sobre todo, hablaba castellano, cosa que Carlos no hacía por haberse educado lejos de España. Apremiado por la urgencia de la situación, el príncipe Carlos decidió marchar a España sin dilación. La situación económica en Flandes no era mejor que en Castilla, de modo que tuvo que pedir una flota a su cuñado el rey Christian II de Dinamarca, y de este modo fue como Carlos emprendió el viaje que le llevaría a España a bordo del Engelen y que significó ese tercer desembarco fundamental en la historia de nuestro país. Una vez en España Carlos supo de la misteriosa muerte de Cisneros, que había fallecido en Roa, provincia de Burgos, posiblemente envenenado, cuando acudía a recibirle. Con este inesperado revés pisó Castilla por primera vez el joven Carlos, que con sólo 17 años confiaba en el sabio consejo del regente para ayudarse en sus primeros pasos en la revolucionada Castilla. En cualquier caso, como primera providencia Carlos fue a visitar a su madre a Tordesillas, ciudad de la que salió con un documento firmado por la reina Juana reconociéndolo como su legítimo heredero, ordenando a continuación la marcha de su hermano a Flandes en el Engelen para alejarlo de Castilla y neutralizar sus posibilidades de alcanzar la corona como deseaban no pocos nobles castellanos. Para hacernos una idea de lo crispada de la situación, cuando Fer- El joven príncipe Carlos Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2019, pp. 21-46. ISSN: 0482-5748


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