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ORIGEN DE LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN FILIPINAS 23 se había hecho rico comerciando las especias con los caciques nativos. De vuelta a Lisboa, Magallanes se puso a estudiar con el cosmógrafo Ruy Faleiro el posible paso al otro lado de América en busca de las Molucas y cuando su rey Manuel lo despreció, no dudó en seguir el ejemplo de Colón y marchó a Valladolid a ofrecer sus conocimientos al joven monarca que acababa de ocupar el trono de Castilla y Aragón. A sugerencia de sus consejeros, fundamentalmente el obispo Fonseca, Carlos I escuchó las explicaciones de Magallanes, Su prolongada estancia en las tierras próximas a la Especiería, su amistad fehaciente demostrada mediante nutrida correspondencia con el mítico Francisco Serrao, enemigo enconado de Manuel I, la presencia en la audiencia de Enrique de Malaca, esclavo de Magallanes y traductor de la mayoría de lenguas de la zona de las Molucas y, quizás, algún golpe de efecto del portugués que podría haber mostrado al rey alguno de los mapas más secretos de los navegantes lusos, indujeron al joven Carlos a depositar su confianza en Magallanes, y pocos meses después el rey capitulaba en Valladolid con el navegante portugués el envío a las Molucas de una poderosa flota de cinco naos, con el doble objetivo de delimitar la situación del archipiélago de las especias con respecto al antimeridiano de Tordesillas y establecer, en cualquier caso, los pertinentes acuerdos comerciales con los caciques locales que permitieran instaurar una línea de comercio con las ubérrimas islas del Maluco. Y tampoco fue desdeñable para el rey el hecho de que los castellanos no estuvieran habituados a preparar ese tipo de expediciones tan largas, y la de Magallanes se previó con una duración inicial de dos años. La expedición zarpó de Sanlúcar el 20 de septiembre de 2019 con 237 hombres repartidos en cinco barcos y ya desde las primeras leguas se vio la fractura existente entre los portugueses, incluido Magallanes, y los nobles castellanos, alguno de los cuales había sido enrolado por el obispo Fonseca tras una purga de portugueses poco antes de zarpar, al considerar que la flota estaba demasiado extranjerizada. Tanto en la mar como en Tenerife y Río de Janeiro, primeras escalas de la expedición, las diferencias entre unos y otros fueron aumentando y la tensión se hizo insoportable al llegar al estuario del rio de la Plata, donde teóricamente debía encontrarse el paso sin que lo encontraran por ninguna parte. Justo en este punto, al observar el movimiento de indios en tierra, Magallanes desembarcó un grupo de hombres que se acercaron a los indígenas con inusitada prevención, pues no eran ajenos a la experiencia de Díaz de Solís unos años antes en aquel mismo lugar, descubriendo, para su sorpresa a un joven que respondió a sus palabras en perfecto castellano y un marcado acento andaluz y que había formado parte de la expedición de Solís y al que los indios habían respetado la vida en atención a Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2019, pp. 23-46. ISSN: 0482-5748


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