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68 LUIS E. TOGORES SÁNCHEZ Unidos dada la cercanía a sus costas de la isla de Cuba. Esta situación no se reproducía en Filipinas lo que no impidió la agresión. Los cubanos fueron fuertemente apoyados desde y por Estados Unidos, hecho que no se produjo en el caso filipino, con la salvedad más teórica que real del Japón. En Cuba la población era en un altísimo porcentaje blanca, muy similar a la metropolitana de la que descendía. La guerra de 1868 y luego la de 1895 son básicamente conflictos armados entre blancos -a los que poco a poco se van sumando negros esclavos, cimarrones o libres42- por motivos ideológicos y económicos que se desarrollan en un ámbito colonial, pero que se asemejan más a las guerras civiles entre españoles que a las coloniales que en aquellos mismos años estaban produciéndose en otras partes del mundo43. Españoles nacidos en Cuba lucharon en los dos bandos al igual que españoles metropolitanos se encontraron también en ambos. El caso de la población filipina era distinto, no existía, como en Cuba, población hispanofilipina independentista, similar a los numerosos criollos antillanos, lo que generaba una clara diferencia racial entre los filipinos asiáticos y los peninsulares europeos, una diferenciación racial evidente, que se veía a su vez potenciada al no ser los filipinos una población racialmente homogénea (tagalos, moros, igorrotes, negritos, visayas, etc): la revuelta de 1896 la llevaron adelante la población de Luzón ante la indiferencia del resto de las etnias del archipiélago. Cuando el Katipunan se sublevó se inició una guerra colonial clásica en la que una población nativa, «no blanca», se levantó contra el control colonial que ejercía sobre ellos una administración europea. En el caso cubano es una guerra civil entre blancos con medios y objetivos occidentales, aunque con tácticas propias de un escenario colonial, mientras que en el caso de Filipinas es un claro ejemplo de reacción anticolonial; en Filipinas se sublevó una pequeña élite nativa europeizada apoyada por población nativa poco asimilada que se enfrentó a un pequeño contingente de tropas metropolitanas auxiliados por tropas nativas, guarnición que se tuvo que reforzar mediante el envío de un enorme ejército de tropas peninsulares que garantizase la victoria. La guerra de Filipinas de los años 1896-1897 requirió mucho menos esfuerzo, en hombres y dinero que la de Cuba, a pesar de estar más lejos este islario de la metrópoli que las Antillas y de ser la presencia de España, cuantitativa y proporcionalmente, mucho menor que en Cuba. Filipinas fue 42 La población negra tuvo un papel determinante en guerra, tanto por dar caudillos como Maceo como por el número de combatientes negros en el bando mambí, sin que por ello la guerra tuviese una connotación racial como en Haití. Los negros lucharon en una guerra civil de blancos en defensa de conceptos e ideas de las que en buena medida estaban excluidos. 43 El profesor Moreno Frajinals cuenta como sus dos abuelos lucharon en esta guerra, uno como jefe de una partida de mambises y el otro como coronel del ejército español. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2019, pp. 68-86. ISSN: 0482-5748


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