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86 LUIS E. TOGORES SÁNCHEZ EPÍLOGO El 12 de marzo de 1898 se recibía un telegrama en Manila para, el entonces capitán general del archipiélago, Fernando Primo de Rivera ordenándole preparar la defensa del archipiélago ante un posible conflicto armado con los Estados Unidos. Le dio tiempo a la construcción de un sistema de trincheras y blocaos alrededor de Manila que resultarían fundamentales para que la ciudad lograse resistir el asedio de yanquis y tagalos a lo largo de 105 días, hasta 13 de agosto de 1898, un día después que el gobierno de Madrid autorizase al embajador francés en Washington Cambon, el 12 de agosto, firmar el armisticio que puso fin a las hostilidades Entre 1895 y 1898 España realizó un importante esfuerzo financiero para obtener los recursos materiales que exigían las guerras coloniales que estaba sosteniendo para conservar su imperio ultramarino. Las finanzas españolas se situaron al borde de la quiebra por causa de la guerra de Cuba. Cuando estalló la insurrección filipina en 1896 el gobierno Cánovas tuvo serios problemas para lograr los fondos y los recursos humanos necesarios para sufragar los cerca de 10 millones mensuales que absorbía el nuevo conflicto colonial y las tropas necesarias. Cuando la guerra con Estados Unidos comenzó se tuvo que financiar con lo quedaba de los presupuestos de la guerra 1896/97 que no habían sido gastados. Como las Filipinas quedaron aisladas de España y su capital Manila sitiada resultó imposible cualquier tipo de ayuda económica desde la metrópoli, ajustándose las necesidades a los recursos con que contaba el archipiélago. El desarrollo y duración del conflicto hizo que éste tuviera un bajo coste económico. Frente a los 38.490.681 pesos, es decir 192.453.405 pesetas, que costó la insurrección de 1896/97 la guerra con Estados Unidos en el Pacífico sólo ascendió a 4.484.804 pesos 22.424.020 pesetas. El 15 de febrero de 1898 estallaba en el puerto de La Habana el acorazado «Maine» debido a una explosión interna accidental. Gracias a este oportuno accidente Washington tuvo una excusa para declarar la guerra a España y apoderarse, por fin, de Cuba. El 9 de abril de 1898 llegó a Manila el nuevo capitán general del archipiélago Basilio Agustín, sustituto de Primo de Rivera. El 25 de abril de 1898 Washington declaraba oficialmente la guerra a España. Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2019, pp. 86-86. ISSN: 0482-5748


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