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Tropas paracaidistas alemanas en Spandau (Alemania), 1937 37 FALLSCHIRMJÄGER. LOS ORÍGENES Los alemanes iniciaron el estudio sobre el empleo de unidades paracaidistas a finales de la década de 1920. En esos años se publicaron diversos artículos en Wissen and Wehr y Militar Wochenblatt, las dos publicaciones militares alemanas de referencia en el período de entreguerras. El Estado Mayor del Ejército fomentaba la publicación de ideas por parte de jóvenes oficiales. Los conceptos de empleo de unidades paracaidistas fueron una de las áreas en las que se fomentó el debate. Estos artículos fueron quizás la primera referencia a la actuación sobre retaguardia enemiga con fuerzas paracaidistas1. La discusión se centraba en el empleo de grandes unidades como acción integrada en la maniobra general siguiendo el modelo soviético o, por el contrario, utilizar fuerzas de menor entidad que actuarían igualmente en retaguardia pero como acción complementaria de la principal. En 1935, la Luftwaffe inició la creación de una pequeña fuerza aerotransportada siguiendo inicialmente el concepto de empleo de pequeñas unidades que debían actuar por sorpresa para destruir objetivos de valor en la retaguardia enemiga. Se trataba así de la actuación de unidades de asalto en acciones tácticas de objetivo limitado que pudiéramos considerar como «operaciones especiales». La orden de creación del primer batallón paracaidista de la Luftwaffe se emitió el 29 de enero de 1936. En paralelo se creó la primera escuela de paracaidistas en Spandau, en las afueras de Berlín. En mayo de ese año se graduaron los primeros paracaidistas militares. Durante las maniobras generales de 1937 se emplearon unidades paracaidistas de entidad compañía para ocupar puntos vitales en profundidad como anticipación y en apoyo a las acciones principales desarrolladas por unidades acorazadas. A partir de este momento las unidades paracaidistas tuvieron que reivindicar su valor adicional en el marco general de la doctrina de la blitzkrieg. Por su parte, el Ejército creó en abril de 1937 una compañía experimental que a mediados de  1938 se había convertido en un regimiento. Conceptualmente, mientras que la Luftwaffe planteaba la acción de unidades de pequeña entidad sobre puntos vitales, el Ejército, influido por las ideas de las tropas de asalto de la Primera Guerra Mundial, era partidario de la actuación en profundidad en apoyo de la operación principal. Con esta doble concepción, y tras diversas disputas entre el Ejército de Tierra y la Luftwaffe sobre el futuro encuadramiento orgánico de las unidades paracaidistas, la organización de la primera gran unidad paracaidista se encargó finalmente, el 1 de julio de  1938, al General Kurt Student, en el seno de la Luftwaffe. Así nació la primera división paracaidista (7.ª División Aérea) que integraba paracaidistas y unidades de planeadores, y contaba en su orgánica con los medios aéreos correspondientes. La división integraba tres regimientos paracaidistas, con tres batallones a tres compañías de fusiles y una de apoyo. El número de aviones necesario para lanzar un regimiento en una oleada se estimaba entre 150 y 200 unidades. El regimiento paracaidista que se había organizado de forma experimental en el Ejército fue transferido a la Luftwaffe en enero de 1939. Además, se creó un regimiento de asalto independiente. Aunque orgánicamente «ganó la Fuerza aérea», el concepto se llevó a un punto medio impulsado por el propio Student, que propugnaba que las unidades paracaidistas estaban llamadas a jugar un papel decisivo enlas futuras operaciones. Su idea era la de la «mancha de aceite», con la utilización de planeadores, lanzamientos y aerotransporte, precisamente en ese orden, para ocupar puntos críticos en la retaguardia enemiga y extender el dispositivo aerotransportado hasta su enlace con fuerzas de superficie. En el origen de las unidades aerotransportadas alemanas, la experiencia de la guerra civil española tuvo cierta influencia. Especialmente, el aerotransporte del Ejército de África a la Península sirvió como modelo para el despliegue por vía aérea de la 22.ª División de infantería alemana durante la ocupación de los Sudetes. Posteriormente esa división quedaría constituida como aerotransportada. PRIMERAS OPERACIONES: LA IMPORTANCIA DE AJUSTARSE AL CONCEPTO La primera acción paracaidista real de la historia se produce el 12 de marzo de 1938, cuando una unidad de paracaidistas alemana ocupa una base aérea cerca de Viena. En Polonia se produjeron acciones muy limitadas y solo de aerotransporte. A finales de 1939 se establecieron planes para incrementar el número de aviones de transporte y disponer de al menos 500 Ju 52 a disposición de las fuerzas paracaidistas. La primera operación de lanzamiento en combate se produjo el 9 de abril de 1940, cuando una compañía se lanzó sobre las islas danesas de Falster y


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