Page 88

Revista_Ejercito_947

Ram I y por el muy castizo de Bocatuerta el Traidor entre los españoles10, estableció su nueva corte en Sistor (Srei Santhor), unas 27 millas al noreste de Chordemuco (Phnom Penh), aguas arriba del río Mekong. En vista de la nueva situación, el plan de Ruiz y Veloso fue permanecer en las inmediaciones de Chordemuco e intentar mediar pacíficamente en el problema dinástico camboyano para obtener algún beneficio para ellos y para la Corona española. Pero ni el usurpador Ram los quería en Camboya ni los comerciantes chinos de Chordemuco, una influyente comunidad de más de 3000 personas, tardaron en ver a los españoles como rivales directos, por lo que comenzaron a hostigarles. Nada hizo Bocartuerta para poner orden, creyendo que llegado el momento de un enfrentamiento abierto los chinos acabarían aniquilando a los españoles por el peso de su número; pero un día en que tres de los «castillas» fueron atacados Blas Ruiz perdió la paciencia. «No queriendo ni debiendo sufrir más, los castillas, junto con los veinte japoneses, encendidos en ira y cólera, con la razón grande que tenían, acometieron a los tres mil chinos, mataron trescientos de ellos y les tomaron la media docena de juncos» que tenían en el río y que quedaron en su poder. Cuando el rey usurpador se enteró de esta matanza exigió la inmediata devolución de las embarcaciones chinas requisadas y dijo que no recibiría 88  /  Revista Ejército n.º 947 • marzo 2020 a los españoles hasta la restitución de estas. Blas Ruiz dijo aceptar esta condición y pidió embajada al monarca, y como muestra de buena voluntad quiso hacerle llegar un rarísimo presente en Camboya: un burro. En teoría, este regalo le cautivaría por su exotismo, pero nada más llegar se dieron cuenta de que el pobre animal espantaba a los elefantes con sus rebuznos, y seguramente los del rey no serían una excepción. No hubo, sin embargo, ocasión de saberlo, ya que la actitud de Bocatuerta exigiendo la presencia de los capitanes en palacio hizo que estos sospecharan de una encerrona a la que, sin embargo, no dejaron de acudir, aunque no lo hicieran exactamente de la manera en que aquel esperaba. Llegada una noche de mayo de 1596 y en número de 40, navegaron aguas arriba del río Mekong hasta la nueva corte de Sistor, donde dejaron sus embarcaciones. Luego se encaminaron al palacio, que asaltaron e incendiaron, y dieron muerte al rey impostor con un disparo de arcabuz. «Llegaron al palacio a las dos de la noche y lo acometieron con tanto esfuerzo como si fueran leones. Rompieron muros, derribaron paredes, asaltaron torres, quebraron puertas, mataron hombres y andaban hechos rayos del Cielo», dejó escrito el cronista Quiroga. Junto con el rey impostor murió también su hijo primogénito y, al igual que el palacio real, ardieron rápidamente muchos otros edificios. «Salió el sol El Gobernador y el Obispo, obra del pintor tagalo Felix Resurrección Hidalgo que recoge el momento en que el noveno Gobernador y Capitán General de las islas Filipinas, Luis Pérez Das Mariñas y el Obispo y fraile dominico, planean los detalles para el envío de la expedición a Camboya Indochina en la actualidad


Revista_Ejercito_947
To see the actual publication please follow the link above