de un cambio de mentalidad general en todos los elementos de la organización. Empleando las teorías de Meltsner y Bellavista, lo que establece un vínculo más entre los nuevos fundamentos y los anteriores, aspecto siempre positivo para incrementar las sinergias ante el cambio, se detectan nuevos elementos de la organización que facilitarían conducirla hacia ese punto central deseado: objetivos, tareas, orgánica y recursos. Por último, la correcta definición de los principios debería proporcionar el apuntalamiento definitivo para que los fundamentos lleguen a ser el cimiento real para mover la organización hacia una excelencia que permita combinar lo mejor de nuestra cultura organizativa con la necesaria evolución a un modelo basado en las nuevas capacidades tecnológicas de gestión del dato, la información y el conocimiento, y que finalmente permitan al menos ser igual de eficaz, pero más eficiente. TEMAS PROFESIONALES 2020 297
RGM_278_2_marzo_2020
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