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misiones internacionales Un instructor español revisa el fusil de asalto M4 de un policía iraquí durante un ejercicio de tiro en el campo de adiestramiento. La participación española en la misión se incrementó a comienzos de 2017, una vez que la Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, reunida el 20 de diciembre, autorizó un aumento de 125 militares y 25 guardias civiles. De esta forma, el despliegue alcanzó los 480 efectivos. Los refuerzos llegados a la base Gran Capitán aportaron capacidades adicionales para seguridad, protección, apoyo logístico y sanitario y para la formación de personal iraquí en la lucha contra artefactos explosivos improvisados (IED). Por su parte, los guardias civiles han contribuido desde entonces a la formación e instrucción de las nuevas fuerzas policiales iraquíes que se encargan de la seguridad del país una vez expulsado el Daesh y recuperado el territorio. Muchos de los efectivos instruidos en Besmayah tuvieron una destacada participación en la ofensiva de Ramadi, en diciembre de 2015, que supuso un punto de inflexión en las operaciones contra los islamistas. Un año y medio después, en junio de 2017, la toma de Mosul marcaría el derrumbe del dominio del Daesh en la región. De nuevo, gran parte de los combatientes iraquíes que participaron en la caída del bastión yihadista habían sido entrenados en la base Gran Capitán. Durante los combates, equipos móviles de operaciones especiales españoles acompañaron en las inmediaciones de la ciudad a las unidades que estaban adiestrando para asesorarlas en esta decisiva batalla que propició el desmoronamiento del «califato» yihadista. A partir de ese momento, el esfuerzo principal de la Coalición se centró en conseguir que las fuerzas de seguridad locales estuvieran preparadas para luchar con eficacia contra la insurgencia y la amenaza terrorista en los territorios que habían sido liberados. Los objetivos principales del BPC se reconfiguraron para capacitar a los iraquíes en desminado y protección contra dispositivos explosivos improvisados y en mejorar la capacidad de la Policía y de la Guardia de Fronteras. Con el séptimo contingente, en noviembre de 2017, se incorporó a la misión una unidad de drones de la Undécima Escuadrilla de Aeronaves de la Armada dotada con el RPAS Scan Eagle para misiones ISR, en apoyo de las unidades de la Coalición Internacional y las fuerzas iraquíes. Después de seis rotaciones y más de mil horas de vuelo, a finales del pasado noviembre esta unidad fue reemplazada por otra del Ejército de Tierra, dotada con el RPAS Orbiter. En 28 de mayo de 2018 se había completado el despliegue en Irak de la agrupación Toro, la unidad de helicópteros de transporte enviada para reforzar los medios de la operación Inherent Resolve. Los aparatos llegaron por vía marítima a Kuwait a bordo del buque LHD Juan Carlos I, que navegó escoltado por la fragata Blas de Lezo. La unidad de las FAMET está integrada dentro de una brigada de aviación de combate de EEUU, en la base de Taji, desde donde vuelan por todo el país para llevar material o personal a los diferentes destacamentos. Los helicópteros españoles aportan una valiosa capacidad de transporte 24 Revista Española de Defensa Marzo 2020


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