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>> Presentaciones y Despedidas ENTREVISTA DE DESPEDIDA DEL CABO MAYOR ARIENZA Brigada Manuel Santos Martínez PLMM/Tercio 3º Buenas tardes, Juan. ¿Cuál es el recuerdo más nítido que guardas del día que te alistaste? No sé, han pasado tantos, tantos años… el venir a La Legión pensando que uno ya era un poco “tal” y te das cuenta que no eres lo que uno creía. Porque yo llegué siendo un “perla”, y llegas aquí a La Legión, ves el “percal” y te dices ¿Dónde puñetas me he metido? Quizás este sea el máximo recuerdo, porque era impresionante aquella época, había que vivirla. Después del Tercio Duque de Alba ¿cómo fue lo del Don Juan de Austria? Yo ya había estado en Ceuta dos años y siempre había oído hablar del Tercio 3º. Decían: ¡el 3º es el 3º! Y me lo pensé mucho cuando reenganché y me dije – ¡Tengo que ir al Tercio 3º que ese tercio tiene tela! Cuando llegaste a Fuerteventura ¿qué te hizo decir? ¡Este es mi Tercio! Era duro como el 2º: disciplina, seriedad, todo. Lo único que aquí estabas todo el día en el campo, haciendo maniobras. Y la isla en sí era un gran campo de maniobras. Eso es lo que más me gustó, porque a mí lo que me gustaba era el combate. ¿Cómo llegó lo del deporte militar? En el último reenganche del 85, bueno, yo ya había practicado la pista de aplicación, porque tuve un buen maestro, el cabo 1º Pinto. Me llamaron para formar parte del equipo, y como a mí me gustaba muchísimo decidí aceptar la propuesta que me hizo el teniente coronel Luis Rubio Ripoll. ¿Has participado en otras disciplinas? Estuve también practicando patrullas de tiro. Estuve dos añitos, muy bien, perfecto, lo único que la patrulla era más “basiquillo”. Un día bates el record de la pista. Recuerdos del momento. Aquel día fue particular, ¿qué voy a decir yo? Sobre todo, por el equipo. En definitiva, era el equipo. Estaba uno preparado, pero era sobre todo el espíritu de equipo. ¿Cómo fue la llegada y primera etapa en Almería? ¿Qué te supuso el cambio? Fue buena porque uno venía con ganas, a refundar. Y más que nada que uno tenía toda la familia en la península, y las ganas eran más grandes. En todos estos años de servicio ¿cuál es el cambio más sustancial que has apreciado en La Legión? Hombre, la vida militar ha cambiado mucho. Yo entré cuando había una disciplina un poco dura, severa. Ahora mismo la disciplina no es la misma, es un poco más distendida. La gente es más profesional y la disciplina también. ¿Qué crees que nos falta todavía por mejorar? El Ejército ha mejorado mucho, sobre todo en derechos. Además, el material es infinitamente mejor que el de antes. Pero hay que profesionalizarse aún más. ¿Qué es lo que más vas a echar de menos cuando te vayas? Hombre, pues yo creo que lo que más voy a echar de menos es el compañerismo y la unión que tenemos aquí entre la gente. Eso es imprescindible en la vida, si no hay unión y compañerismo no hay nada. Sales por barrera con tu petate y te cruzas con un legionario que comienza, ¿qué consejo darías a ese joven legionario? Es complicado. Se puede opinar y dar consejos, pero la gente los tiene que aceptar. Por eso es difícil dar consejos. En esta vida hay que apoyarse en alguien que sepa un poquillo y te dé consejos. Pero yo no soy de dar consejos, la verdad. Soy más bien de cumplir, y cumplir hasta el final. 56 549 · IV-2019 La Legión


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