les recordó que «la respuesta no puede
ser nacional, tiene que ser europea y con
todos los recursos. Es el momento más
crítico de la UE desde su fundación, tenemos
que remar todos a una». En ruedas
de prensa posteriores, Sánchez insistió
en que «el COVID-19 afecta a todos y no
entiende de fronteras, género o clase»,
por lo que la UE «debe impulsar un plan
de reconstrucción que refuerce los mecanismos
del estado europeo de bienestar».
Por su parte la OTAN, tal y como explicó
el secretario general Jens Stoltenberg
tras el consejo atlántico telemático de ministros
de Asuntos Exteriores celebrado el
2 de abril para analizar la respuesta aliada
frente al SARS-CoV-2, «está desplegando
todos los mecanismos necesarios en esta
lucha común contra un enemigo
invisible». Desde el comienzo
de la crisis, el Centro
Euroatlántico de Coordinación
de Respuesta a Desastres
(EADRCC) está facilitando
que los socios y aliados
se ayuden mutuamente para
dar respuesta a las peticiones
de los más necesitados.
Bajo este paraguas, el 29 de
marzo aterrizó en Torrejón
de Ardoz un C-130 Hércules
con 10.000 equipos de
protección individual (EPI)
procedentes de la República
Checa y el 1 de abril llegó a
España otro avión de la Fuerza
Aérea turca con equipos
de protección personales y
desinfectantes. Otros aliados
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en una conferencia de prensa
como Letonia y Luxemburgo también
han respondido a la petición española y
Japón, país socio de la OTAN, también
ha podido hacerlo a través del EADRCC.
Por su parte, Italia ha recibido material
sanitario de Turquía y el Mando Europeo
de Estados Unidos donó al país transalpino
diez unidades de cuidados intensivos
de hospitales de campaña. Asimismo, el
Centro Euroatlántico de Coordinación de
Respuesta ha permitido que hospitales
de campaña de un país atiendan a ciudadanos
de otro (Alemania ha acogido pacientes
de Italia y Francia) y profesionales
médicos de Albania y Polonia se han trasladado
a Italia.
Además, la Alianza Atlántica ha pues-
to a disposición de sus miembros los dos
programas de transporte estratégico supervisados
por la Alianza: la Capacidad
de Transporte Estratégico (SAC), en la
que los aliados y sus socios poseen y operan
conjuntamente tres aviones de carga
pesada Globemaster C-17; y la Iniciativa
de Solución Estratégica de Transporte
Aéreo Internacional (SALIS) que permite
alquilar aviones Antonov cuando sea
necesario (durante el mes de marzo, se
han trasladado más de 200 toneladas de
material sanitario a la República Checa,
Rumanía y Eslovaquia) y cuatro hospitales
de campaña a Luxemburgo. También
el Centro de Excelencia de la OTAN para
Medicina Militar (NATO MILMED COE)
está potenciando la labor de investigación
contra el SARS-CoV-19 y monitorizando
preministerial on line, desde Bruselas, el pasado 1 de abril.
las medidas de prevención en
todas las misiones y operaciones de la
OTAN, y la Agencia de Adquisiciones de
la Alianza (NSPA) está colaborando con
empresas privadas para la fabricación de
equipos sanitarios.
PROTEGER Y ASISTIR
Desde el comienzo del azote de la pandemia,
el secretario general de la ONU
mostró su preocupación por los paises
más desfavorecidos, «sin duda, los más
vulnerables a la enfermedad y sus consecuencias
». En concreto, Guterres solicitó
el 20 de marzo un alto el fuego generalizado
para facilitar la creación de corredores
humanitarios para la distribución de ayuda,
e hizo un llamamiento para prestar
especial atención a los refugiados y a su
indefensión ante el COVID-19. También
desde el departamento de Operaciones
de Paz se están implementando una serie
de medidas tanto para la protección
de sus tropas como para que algunas de
las misiones amplíen su mando y colaboren
con las autoridades locales en la
lucha contra la pandemia y la asistencia
a la población local, con una activación
especial de la Agenda Mujeres, Paz y
Seguridad para incentivar la incuestionable
labor que las mujeres realizan en
labores de higiene y salud en las zonas
más desfavorecidas. Al mismo tiempo, la
ONU está revisando las rotaciones previstas
para los próximos seis meses de
su personal en misiones en el exterior y
analizando los despliegues
para determinar qué misiones
o partes del mandato de
algunas operaciones deben
suspenderse para facilitar
el confinamiento decretado
por la Organización Mundial
de la Salud. También
ha recomendado al resto de
organizaciones que realizan
misiones bajo mandato del
Consejo de Seguridad —la
OTAN y la UE— que hagan
lo mismo con sus efectivos.
En este sentido, España
ha retirado a casi 200
militares de su contingente
en Irak, ya que la crisis provocada
por el COVID-19
«ha paralizado las tareas de
instrucción a las que estaban
OTAN
dedicados», según explicó la ministra de
Defensa, Margarita Robles. Defensa también
ha retirado a parte de los 65 militares
españoles en Afganistán, dentro de la
operación Resolute Support de la OTAN.
En coordinación con el Ministerio de Asuntos
Exteriores, los aviones utilizados para
la repatriación de estos contingentes se
aprovecharon para evacuar a una treintena
de ciudadanos europeos. En concreto,
en el avión procedente de Irak volaron junto
a los militares 14 ciudadanos españoles
y una alemana; en el de Afganistán, lo hicieron
desde Kabul seis alemanes, un suizo
y tres franceses y el avión hizo escala
en Abu Dabi para recoger a ocho turistas
españoles allí atrapados.
Rosa Ruiz
Abril 2020 Revista Española de Defensa 27