revista de aeronáutica y astronáutica / abril-mayo 2020
el Ejército del Aire volando con la OTAN 351
aérea aliado era una necesidad.
Para lograrla se incrementó de
forma significativa el número de
ejercicios realizados con nuestros
aliados. Además, la preparación
propia del Ejército del Aire
se fundamentó en planes de
instrucción realizados siguiendo
normas OTAN. Como resultado,
desde 1990 el Ejército del Aire
operó y opera satisfactoriamente
con los aliados y ha participado
de forma destacada en misiones,
operaciones y ejercicios de todo
tipo.
HACIA LA PARTICIPACIÓN EN LA
ESTRUCTURA DE MANDO
La contribución del EA a la
defensa común se llevó a cabo
durante años a través de los
acuerdos de coordinación.
El modelo español había
servido cumplidamente para la
finalidad para la que había sido
diseñado, sin embargo, había un
claro desequilibrio en nuestra
contribución a la Alianza. En
efecto, como se ha comentado,
España participaba en todas
las disciplinas de planeamiento
OTAN incluyendo el planeamiento
de fuerzas. Por otra parte, se
tomaba parte en todos los foros
de la Alianza, incluyendo los de
más alto nivel como el CAN, el
Comité de Planes de Defensa
y el Comité Militar. También se
participaba en los programas de
financiación común y de inversión
en seguridad, incluyendo el
programa de infraestructura
aprobado por el CAN en julio de
1994. Además, se contribuía a la
estructura de fuerzas ofreciendo la
mayoría de las unidades militares
e instalaciones de apoyo para
operaciones y ejercicios. Pese a
esa implicación, no se intervenía
en el proceso de toma de
decisiones y no se podían asumir
responsabilidades de mando en la
estructura militar aliada.
En noviembre de 1996, el
Parlamento español decidió
tomar las medidas oportunas
para nuestra completa
integración en la estructura
de mando aliada siempre que
se cumpliesen los siguientes
requisitos: debería haber una sola
estructura abierta a ajustes para
operaciones específicas como
las operaciones no artículo 5
y también debería haber una
nueva estructura de mando. Esa
estructura estaría basada en los
siguientes principios: una fuerte
descentralización, una reducción
sustancial del número de cuarteles
generales, el desarrollo de la
Identidad Europea de Seguridad
y Defensa (IESD) dentro de la
Alianza y que a España se le
asignasen responsabilidades,
especialmente en los mandos
establecidos en nuestra área de
interés.
El 14 de noviembre de 1996,
el Congreso de los Diputados
aprobó (con el 91,5 por ciento de
los votos a favor) la autorización
al Gobierno para que negociase
la entrada de España en la nueva
estructura de mando aliada. Por
su parte, en la reunión ministerial
del CAN de 16 de diciembre de
1997 se reconocía que se había
llegado a un acuerdo sobre la
nueva estructura de mando en
su conjunto, y en particular sobre
el tipo, número y situación de
sus cuarteles generales. Como
consecuencia de ello, el Gobierno
español autorizó el 27 de
diciembre de 1997 la participación
en la nueva estructura de mando
Visita a la B. A. de Gando. Firmando en el libro de honor