revista de aeronáutica y astronáutica / abril-mayo 2020
246 aviación militar
de combate Eurofighter de las alas
11 y 14, junto a las fuerzas aéreas
más operativas del mundo y bajo
la dirección de la fuerza aérea
norteamericana (USAF). El escenario
no es otro que la gigantesca base
de Nellis (Nevada), cerca de la
ciudad de Las Vegas.
El traslado de este grupo aéreo
expedicionario cuenta con el apoyo
de los A400M del Ala 31 y los Airbus
A310 del 45 Grupo de Fuerzas
Aéreas. Para el cruce del Atlántico,
la fuerza aérea británica
(RAF) y sus aviones cisterna
A330 MRTT han dado un
inestimable apoyo, dentro
del marco de los acuerdos
en materia de transporte
aéreo que mantienen las
fuerzas aéreas integrantes
de la OTAN.
El grueso de la agrupación
está formado por pilotos,
mecánicos y armeros de las
alas 14 y 11, que aportan
los aviones Eurofighter,
además de otras unidades
que contribuyen aportando
capacidades esenciales para
la agrupación. Así, el Mando Aéreo
de Combate (MACOM) aporta el
personal del puesto de mando,
especializado en la dirección
de la agrupación, que durante
el ejercicio, tendrá las mismas
responsabilidades que los jefes
de fuerza en operaciones reales
en el exterior. El Centro Logístico
de Armamento y Experimentación
(CLAEX) contribuyó con personal
especializado en el montaje del
armamento real que se utilizará
durante el ejercicio. La Unidad
Médica de Apoyo al Despliegue
Aéreo de Madrid (UMAAD Madrid)
aportó el personal sanitario de
la agrupación. El 2.º Escuadrón
de Apoyo al Despliegue Aéreo
(SEADA), responsable de la
seguridad de la agrupación, y así
hasta nueve unidades más. Como es
fácil vislumbrar, la agrupación aérea
expedicionaria reúne una completa
muestra de las capacidades y el
personal mejor cualificado del
Ejército del Aire.
Los Eurofighter llevaron a cabo
maniobras de reabastecimiento en
vuelo durante su salto del Atlántico,
haciendo escala en la base aérea de
Lajes, en las islas Azores (Portugal),
y en la base aérea de la USAF en
Dover, en la costa este de Estados
Unidos, dando el último salto hasta
Nellis.
Un P-3 Orion del Grupo 22 y
un CN-235 de vigilancia marítima
VIGMA del Ala 48 han completado
el dispositivo, encargándose
del apoyo SAR para el cruce
del océano. A bordo, un equipo
de rescatadores paracaidistas
del Escuadrón de Zapadores
Paracaidistas se encargó de las
tareas de rescate.
SOBRE EL RED FLAG
Los ejercicios tipo Flag
surgieron después de la guerra
de Vietnam, cuando la USAF
comprobó que los pilotos de
combate que lograban sobrevivir
a las diez primeras misiones en
un escenario real aumentaban
considerablemente sus
probabilidades de supervivencia
durante todo el conflicto, así como
su efectividad en combate.
El problema radicaba en
proporcionar a los pilotos esa
experiencia de combate sin
exponerles al combate real.
Para dar solución, la USAF puso
el énfasis en programas de
entrenamiento realistas que
contaran con una fuerza aérea
enemiga simulada, los agressors,
y un campo de batalla con sus
correspondientes amenazas
superficie-aire y objetivos que batir;
este escenario se estableció en la
base aérea de Nellis, Nevada
(Estados Unidos) en el polígono
Nevada Test and Training Range.
La realización de estos
ejercicios contribuyó
decididamente, no solo al éxito
de la aviación aliada en la guerra
del Golfo, sino también a que las
pérdidas fuesen increíblemente
bajas.
El Ejército del Aire español es
una de las pocas fuerzas aéreas
del mundo con capacidad para
intervenir en los ejercicios tipo
Flag. La primera participación
fue en el año 1994, participando
desde entonces en alguna de
sus diferentes versiones: Red Flag,
Green Flag, Coalition Flag o Red
Flag Alaska.
El ejercicio Red Flag en la base
aérea de Nellis es considerado
como el mejor ejercicio de
adiestramiento del mundo, en el
que las diferentes fuerzas aéreas
despliegan cazas, bombarderos,
medios de recuperación de
personal, supresión de defensas
aéreas enemigas, ISR, C2 (command
and control), espacio y cyber
para adiestrarse como un ala
aérea expedicionaria de ejercicio
(X-AEW / exercise air expeditionary
wing). A ello se une la posibilidad
de empleo de armamento real,
permitiendo a las unidades
equipadas con el Eurofighter
incrementar el realismo del ejercicio
con el lanzamiento de armamento
guiado de precisión.
Eurofighter del Ala 11 destino Nellis para el Red Flag 2017.
(Imagen: EdA)