El servicio de inteligencia ucraniano ha llegado a demostrar la relación entre Wagner y el gobierno ruso
El Gobierno ruso valora, por encima
de todo, la negación plausible que obtiene
de mantener las CMP en el actual
limbo legal. Como Vladimir Putin
declaró en 2018, «si el Grupo Wagner
vulnera cualquier ley rusa, el fiscal general
debería llevar a cabo una investigación.
Si no vulnera ninguna ley rusa,
puede defender sus intereses en cualquier
parte del mundo»12.
El Gobierno
ruso valora, por
encima de todo,
la negación
plausible que
obtiene de
mantener las
compañías
militares
privadas en el
actual limbo legal
LA IMBRICACIÓN PÚBLICOPRIVADA:
WAGNER
A pesar de no ser legal, el Gobierno
ruso ha invertido mucho en el Grupo
Wagner. Para empezar, su principal
base y centro de instrucción está en
Molkino, al sur de Rusia, custodiada
por militares. Para Wagner la puerta
está abierta a rusos étnicos. Eso
incluye a multitud de ucranianos del
este o que han cambiado de nacionalidad,
32 / Revista Ejército n.º 949 • mayo 2020
a bálticos y de otros lugares del
espacio exsoviético. Los chechenos,
en cambio, están vetados13. El SBU (el
servicio de inteligencia ucraniano) ha
identificado a 26 oficiales rusos que
han trabajado como instructores de
combate para Wagner14.
Los contratistas de Wagner no tienen
contrato ni relación formal con el Gobierno
ruso, lo que facilita a este negar
su existencia, pero el 25 de enero
de 2019 el SBU publicó una documentación
de Wagner que confirmaba
que la empresa es una rama no
reconocida del GRU (la inteligencia
militar rusa). Según esos documentos,
entre agosto y diciembre de 2018
se enviaron unos 1092 contratistas
a Sudán, República Centroafricana y
otros países de la región en aviones de
transporte Tu-124M (con matrículas
RA-85041 y RA-85155) fletados por
LLCM Invest, una empresa de Yevgeni
Prighozin. También publicó la lista
de 149 empleados que participaron
directamente en la represión de las
manifestaciones en Sudán a comienzos
de 2019.
El análisis de los datos del pasaporte
de los más de 1000 empleados de
Wagner que fueron enviados con esos
aviones revela que la gran mayoría
fueron expedidos de manera centralizada
en Moscú por una división del
Servicio Federal de Migración. Los
números de pasaporte de varios cientos
de esos empleados (mayoritariamente
rusos, pero también bielorrusos,
moldavos y de las Repúblicas de
Donetsk y Luhansk) diferían solo en
los últimos dígitos15.
No es que esta imbricación sea algo
nuevo. En los años sesenta y setenta,
la aerolínea Air America dio apoyo aéreo
(principalmente transporte) a gobiernos
y guerrillas afines a Estados
Unidos por todo el Sudeste Asiático
e Hispanoamérica. A pesar de estar
registrada como empresa civil, estaba
dirigida por la CIA y su personal se
nutría en buena medida de exmilitares
norteamericanos.
CONCLUSIONES
Este nuevo mercenario constituye un
instrumento ideal para las situaciones
llamadas zona gris, teatros con
Estados frágiles, en tanto que ofrecen
discreción, negación plausible y
una relación coste-eficacia superior al
clásico envío de tropas. Mientras que
las iniciativas internacionales al estilo
de las EUTM buscan construir las capacidades
del Estado e influenciar de
alguna manera, las CMP se centran
en objetivos muy concretos. En su
caso, Rusia ofrece garantizar el poder
a un jefe de Estado, o aspirante a tal,
a cambio de medidas atractivas que
beneficien a ambas partes.
Las CMP, con sus nuevas habilidades,
son un componente en evolución dentro
de las estrategias de seguridad de