a las vergas, a los cabos de
cañón de prepararse para el
saludo, y don Juan Topete con
voz estentórea lanzó los gritos
de ordenanza: “¡Viva la Reina!”.
Siete veces fue aclamada
doña Isabel por Topete; siete
veces contestadas las aclamaciones
por la marinería. Bien
pudieron notar los oficiales
que Prim cambiaba de color a
cada grito… Como quien rectifica
cortésmente un concepto
equivocado, Prim se adelantó
con esta vulgar frase: “Dispense
usted mi Brigadier”. y
como un león se lanzó al pasamanos
del puente. y echando
el alma en su voz vibrante
gritó: “¡Viva la Soberanía
Nacional! ¡Viva la Libertad!”.
Oído por la marinería el grito
del General, ya no sonaron
más los fríos clamores de
ordenanza, sino que estalló un
“¡Viva Prim!”. Inmenso, ardoroso,
y confundido con el
TEMAS GENERALES
estruendo de la artillería, fue
(Foto: www.wikipedia.org).
repitiéndose de verga en verga
y de barco en barco… La fiera de la Revolución estaba ya suelta; el trono
caído y roto…».
2020 851