Sería una ardua labor relatar en estas escasas líneas
la innumerable cantidad de trofeos y distinciones obtenidos
en los campeonatos militares por las unidades
legionarias desde su implantación, con una destacadísima
actuación inicial de los cuatro tercios, hasta
nuestros días, cuando ya se ha incorporado la Brigada
de La Legión con todas sus unidades. Sin embargo, si
hubiéramos de destacar alguna por su valor intrínseco
entre todas estas competiciones, esa debería ser la
prueba de patrullas de tiro.
LA PATRULLA DE TIRO
Aunque estamos en un período de cambio en el reglamento
de la prueba, hasta ahora ha sido una prueba de
equipo en la que sus ocho componentes1 tienen que
recorrer reunidos una distancia de 10 kilómetros en una
hora, bonificándoles el tiempo que tarden de menos y
penalizándoles el que tarden de más. Tras un descanso
de 5 minutos, disponen de 1 minuto y 30 segundos para
realizar un sprint de 200 metros y ejecutar un ejercicio
de tiro a una silueta situada a 200 metros de distancia, y
resulta vencedor el equipo que obtenga mayor puntuación
al finalizarla (sobre todo por lograr mayor número
de impactos).
Presume de ser una disciplina militar puramente «producto
nacional», a diferencia de otras; tiene sus orígenes
en la década de los años cincuenta y sesenta, en
las primeras competiciones que localmente disputaban
las unidades en el Sáhara español (Tercios Saharianos
y Agrupación de Tropas Nómadas), siguiendo la
máxima legionaria de que «el buen legionario siempre
tiene que poder correr y saber disparar», además de
adquirir una formidable preparación para el combate.
Patrulla de tiro. La Legión referente nacional
Con el paso de los años fue popularizándose hasta su
definitiva implantación con la celebración del primer
campeonato nacional en El Ferrol en 1980. La aparente
simplicidad que conlleva la prueba (realizar un ejercicio
de tiro de velocidad a precisión con fatiga acumulada)
hace que cualquiera que vista de uniforme pueda tomar
parte en ella, con el requerimiento de poseer una
condición física y cualidades de tiro aceptables, y es
ahí donde La Legión ha sido y sigue siendo el verdadero
referente en toda España, y más en concreto el
1.er y 2.º tercio, «eternos rivales» siempre dispuestos
a «demostrar qué pueblo es el más valiente». La historia
así lo constata: de los 41 campeonatos nacionales
celebrados hasta el día de hoy, el Tercio Gran Capitán,
1.º de La Legión, ha ganado 29, seguido del 2.º tercio,
con cuatro primeros puestos e incontables segundas
posiciones. La Brigada de La Legión (BRILEG), que en
la última década ha conseguido ponerse al mismo nivel
de los tercios «africanos» ocupando puesto en el podio,
ostenta dos campeonatos.
34 Revista Ejército 951 Extra Junio 2020