La Legión mantiene un contacto estrecho con la ciudadanía a través de jornadas de puertas abiertas
camino y desplegar. No hablaremos de ello en este artículo
por verse ya ampliamente reflejados en otros.
Esta contribución de La Legión a la sociedad es reconocida
y aplaudida constantemente por ella. Sirva
como ejemplo, la participación de La Legión en el Día
de la Fiesta Nacional, en la Semana Santa u otras en
las que las unidades legionarias reciben el calor y el
cariño del público. Muchos son los pueblos y ciudades
españolas que tienen una plaza o una calle dedicada
a La Legión. Además, La Legión ha recibido multitud
de reconocimientos oficiales, el más reciente de ellos
la concesión, por parte de la Junta de Andalucía, de
la Medalla a los Valores Humanos, el pasado día 28 de
febrero, día de esa Comunidad. Merece destacarse,
por su importancia, el Premio Príncipe de Asturias a
la Cooperación Internacional concedido, en octubre
de 1993, a las Agrupaciones Militares de Cascos Azules
de las Naciones Unidas destacadas en misión humanitaria
en la antigua Yugoslavia, hasta ese momento
las agrupaciones Málaga y Canarias, compuestas
mayoritariamente por unidades legionarias. Naturalmente,
el vínculo más grande de La Legión es con las
ciudades donde se encuentran sus bases y acuartelamientos.
Por razones obvias, históricas y de tiempo,
esta relación cobra una especial importancia en Ceuta
y en Melilla. Otro apartado de este número lo cuenta
más en profundidad.
Empezaba este artículo con el valor «tangible» que
La Legión aporta a la sociedad en la que vive, en las
denominadas operaciones de apoyo a autoridades civiles.
Quizá el particular talante del legionario, siempre
alegre, dispuesto y solidario con los demás, se
pone más de manifiesto en los momentos en los que
la población sufre. Los malagueños no podrán olvidar
las tremendas inundaciones después de la riada del
Colaboración del 4º. Tercio en tareas de ayuda con motivo
de las inundaciones de Málaga
Revista Ejército 951 Extra Junio 2020 41