EL ESPÍRITU DEL LEGIONARIO
Es único y sin igual, es de ciega y feroz acometividad, de buscar
siempre acortar la distancia con el enemigo y llegar a la bayoneta.
EL ESPÍRITU DE COMPAÑERISMO
Con el sagrado juramento de no abandonar jamás a un hombre en el
campo hasta perecer todos.
EL ESPÍRITU DE AMISTAD
De juramento entre cada dos hombres.
EL ESPÍRITU DE UNIÓN Y SOCORRO
A la voz de «A mí la Legión», sea donde sea, acudirán todos, y con
razón o sin ella defenderán al legionario que pide auxilio.
EL ESPÍRITU DE MARCHA
Jamás un Legionario dirá que está cansado, hasta caer reventado, será
el Cuerpo más veloz y resistente.
EL ESPÍRITU DE SUFRIMIENTO Y DUREZA
No se quejará: de fatiga, ni de dolor, ni de hambre, ni de sed ni de
sueño; hará todos los trabajos: cavará, arrastrará cañones, carros,
estará destacado, hará convoyes trabajará en lo que le manden.
EL ESPÍRITU DE ACUDIR AL FUEGO
La Legión, desde el hombre solo hasta la Legión entera acudirá
siempre a donde oiga fuego, de día, de noche, siempre, siempre,
aunque no tenga orden para ello.
EL ESPÍRITU DE DISCIPLINA
Cumplirá su deber, obedecerá hasta morir.
EL ESPÍRITU DE COMBATE
La Legión pedirá siempre, siempre combatir, sin turno, sin contar los
días, ni los meses ni los años.
EL ESPÍRITU DE LA MUERTE
El morir en el combate es el mayor honor. No se muere más que una
vez. La muerte llega sin dolor y el morir no es tan horrible como parece.
Lo más horrible es vivir siendo un cobarde.
LA BANDERA DE LA LEGIÓN
La Bandera de La Legión será la más gloriosa porque la teñirá la sangre
de sus legionarios.
TODOS LOS HOMBRES LEGIONARIOS SON BRAVOS
Todos los hombres legionarios son bravos; cada nación tiene fama de
bravura; aquí es preciso demostrar que pueblo es el más valiente.