PEDRO DE ILLANES, UN HOMBRE QUE QUISO SALVAR A LOS ... 27
proponía a la Corte contratar al personal médico que servía con las tropas
papales de apoyo, ya que prestaron un excelente servicio el año anterior
(1595).55 Además, pidió que el archiduque Matías nombrara a una persona
de confianza como tesorero (Schatzmeister) y a otra como mayordomo
(Hof-, Hausmeister); además, a un asistente (Leutnant) para el administrador
principal. Según su propuesta, el administrador principal decidiría sobre
el demás personal, como médicos, cirujanos, barberos y sirvientes.
Los tres consejeros asignados para valorar la proposición de Illanes
estudiaron las cuatro peticiones y formularon cuatro preguntas, las cuales
sirvieron como fundamento para su informe detallado:
1. ¿Puede ser considerado, como acto misericordioso ante Dios y
necesario, la fundación y mantenimiento de un hospital militar?
2. ¿Es posible crear y financiar una institución en la forma y con
las condiciones sugeridas por el sacerdote español?
3. ¿Dónde debería fundarse el hospital de campaña?
4. ¿Quién y con qué reglamento dirigiría la institución?
De las respuestas a la primera pregunta, salta a la vista que los propios
consejeros también consideraban importante la creación de un hospital
de campaña, una decisión importante que no debería aplazarse más. En el
segundo punto declararon que dicho hospital no podría estar en un lugar alejado
a la campaña y del propio campamento militar, para que el transporte
de los heridos fuera rápido y sencillo. Además, establecieron que la ciudad
designada para albergar la institución debía ser grande, bien poblada y rica en
bienes y con disponibilidad de dinero en efectivo, para poder colectar limosnas
y adquirir todos los medicamentos necesarios. Igualmente, los consejeros
subrayaron que tanto el hospital de campaña como las demás instituciones
particulares tenían que contar con los diferentes administradores necesarios
(administrador principal y su intendente, tesorero, mayordomo, sacerdotes,
encargados de recoger limosna, escribanos, médicos, cirujanos, barberos, cocineros
y bodegueros); y deberían disponer de todos los bienes necesarios
(medicamentos, carretas, caballos, vino, trigo, cientos de camas y colchones y
todos los demás equipamentos necesarios). También indicaron que la falta de
55 En 1595, sacerdotes jesuitas y capuchinos se encargaban del cuidado espiritual de las tropas
de auxilio del Vaticano; sus propios médicos y los hermanos de una orden religiosa también
llegaron al campo de batalla de Hungría para cuidar de sus enfermos y heridos. Según la
petición, el personal fue encargado desde Pozsony. Fraknói, Vilmos: Magyarország egyházi
összeköttetései a Szentszékkel. III. kötet. A Mohácsi vésztől Magyarországnak a török járom
alóli fölszabadításáig 1526-1689 Las relaciones eclesiásticas de Hungría con la Santa Sede.
Tomo III. Desde el desastre de Mohács hasta la liberación de Hungría del yugo otomano.
1526-1689. Ed. Szent-István-Társulat, Budapest, 1903, p. 237.
Revista de Historia Militar, 127 (2020), pp. 27-40. ISSN: 0482-5748