98 RICARDO GONZÁLEZ CASTRILLO
Un manuscrito de autor desconocido, custodiado en la Biblioteca
Francisco de Zabálbaru y Basabe de Madrid, reduce a la mitad el parque
artillero de Nápoles y lo sitúa en 667 piezas, en contraposición a los cálculos
de Quesada.42 Diferencia explicable por el mayor número de localidades
que incluye la relación del capitán general: setenta y siete frente a
las treinta del manuscrito. Por otro lado, las plazas coincidentes de ambos
informes presentan cantidades similares, exceptuando tres casos: Castel
Nuovo, al que Quesada atribuía 62 piezas y el documento de la Biblioteca
Zabálbaru 39; Barletta, ciudad que pasa de 51 a 41 cañones; y el más sorprendente
-y poco justificable, salvo que se trate de un error- de la Torre
de San Vicenzo, cuya artillería varía de 3 piezas hasta 105, en uno y otro
informe.
Castel Nuovo, castillo que junto a los de Sant’Elmo y el Ovo protegían
la capital, poseía el cañón más imponente del reino, que disparaba
‘pelotas’ de 130 libras, además de otros siete, con calibres comprendidos
entre 80 y 50 libras. Dada la singularidad de aquel cañón, resulta curioso
que no se mencione en otro documento de Simancas, anónimo y sin fecha,
limitado a detallar los cañones de esa fortaleza, cuyo número eleva
a doce, con calibres comprendidos entre 80 y 50 libras43. Aunque señala
que sólo se hallaban operativos ocho de ellos ya que “dos que estan en la
fundicion que aun no se han prouado y mas otros dos vno de a 80 y otro
de a 60 libras de bala que es menester hazelles granos”44. Trata aquí, por
tanto, de un aspecto de especial importancia como era el de la adquisición
de nuevas piezas. A propósito de este tema, el marqués de Mondéjar,
en ese año de 1575, escribía al cardenal Granvela informándole que era
conocedor de las intenciones del monarca de comprar piezas en Milán,
Génova y Alemania. Y deseaba saber si su predecesor había cumplido
este encargo para obrar en consecuencia a lo que el cardenal respondió
que no se había hecho por falta de dinero y por entender que “la artilleria
que para este Reino es menester, se fundiría aquí y a menos costa y se
ahorraria el trabajo y costa de traella”45. En verdad Granvela era consciente
de la necesidad artillera “para proveer los puertos deste reyno” de
Nápoles, pero debían atenderse antes otras necesidades más perentorias46.
42 Artilleria del Reyno de Napoles, 1574-1575. Biblioteca Francisco de Zabálburu y Basabe,
carpeta 185, doc. 99. Citado por García Hernán, 1999: 133.
43 Relaçion de las pieças de artilleria que hay en Castilnouo. AGS, Estado, 1079/177.
44 Ibidem.
45 Carta del virrey de Nápoles sobre diversos asuntos del reino. Nápoles, 19 de julio de 1575.
AGS, Estado, 1066/56.
46 Coniglio, 1987: 378. Reprod. literal del ms. titulado: El virrey cardenal Granvela a Felipe II.
AGS, Estado, 1064/24. Nápoles, 30 de mayo de 1574.
Revista de Historia Militar, 127 (2020), pp. 98-114. ISSN: 0482-5748