El general Said Chengriha
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Fuerzas Armadas argelinas. Este hecho
es un factor fundamental, ya que,
aunque Chengriha ha seguido una
trayectoria similar a su predecesor y
mantiene una posición próxima al presidente
electo, se le considera un militar
con un perfil más técnico y menos
inclinado a entrometerse en asuntos
políticos6.
Para la prensa internacional todo el
proceso seguido hasta ahora no ha
hecho más que confirmar que Bouteflika
ha vuelto por la puerta de atrás.
Han cambiado algunas cosas para
que todo siga igual. No parece que el
poder tenga, de momento, la intención
de un diálogo con la oposición,
pero la figura del nuevo jefe de Estado
Mayor abre una nueva etapa en el país
norteafricano que quizá nos traiga un
cambio político importante en el futuro,
cuyo calado está aún por definir.
LA SITUACIÓN ECONÓMICA
Es de sobra conocido que la principal
riqueza de Argelia está basada en
los productos que surgen del campo
energético, los cuales constituyen
aproximadamente el 94 % de las exportaciones
del país. Esto hace que
la situación del sector sea de crucial
importancia a la hora de evaluar el
futuro económico de la república.
Por este motivo, existe una seria preocupación
desde que en el año 2006
el Banco de Argelia y la Oficina Nacional
de Estadística (ONS) alertaron
de un declive en la producción,
al parecer por un envejecimiento de
las infraestructuras y el agotamiento
de algunos yacimientos. Es así que,
según el Banco de Argelia, el sector
ha entrado en recesión desde el
año 2010 y ha registrado anualmente
unas variaciones anuales de carácter
negativo7.
Hasta la fecha, la ley de hidrocarburos
argelina se remontaba al año
2013, una época en la que el precio
del barril de referencia, el brent del
mar del Norte, llegó a un repunte de
casi 120 US$. Dado que en la actualidad
el barril se encuentra a unos
70 $8, la situación ha cambiado de
forma absoluta. Ello lleva a la promulgación
de una nueva ley que regule el
sector, una ley fuertemente contestada
por diversos sectores sociales
por varias razones. En primer lugar,
porque el estudio del sector fue encargado
a una consultora norteamericana,
y en segundo lugar porque la
propuesta hace referencia a una producción
compartida del 66 % para la
sociedad estatal Sonatrach y del 34 %
para el socio extranjero.
La nueva ley se ha elaborado en consonancia
con las grandes empresas
petroleras, ya que la industria nacional
del sector precisa importantes
inversiones internacionales. Dichas
empresas prestan especial atención
a tres aspectos: el potencial de
los yacimientos de hidrocarburos,
el riesgo político y el atractivo económico.
El punto crucial sería la incertidumbre
política en la que se encuentra
inmersa el país, que hacen
de Argelia un destino poco atractivo
a las inversiones. Resulta necesario
conseguir una mayor estabilidad política
a fin de animar la entrada de dinero
extranjero. La nueva ley podría
ayudar en este sentido, pero la estabilidad
política es algo que está fuera
de su alcance.
REPERCUSIONES EN EL
ÁMBITO REGIONAL
En la introducción de este trabajo hacíamos
mención a la gran importancia
que tiene Argelia para España,