Protestas en la plaza del Maidán (diciembre de 2013)
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inicial de la reforma «Shoigu-Gerasimov
» (Pardo de Santayana: 9) y en él
se explicaban las características generales
de los conflictos contemporáneos,
mientras que el último (por
ahora), el pronunciado en 2019, constituye
una recapitulación y cierre (quizá
provisional) de todos los temas que
habían sido suscitados a lo largo de
este ciclo.
En las páginas que siguen trataremos
de profundizar en el pensamiento de
Gerasimov y, en la medida de lo posible,
intentaremos dilucidar si constituye
la base de la llamada «doctrina
Gerasimov» sobre la guerra híbrida.
Para ello intentaremos situarlo en el
marco de la tradición militar soviética
y rusa y verificar si este pensamiento
es básicamente continuista con respecto
a alguna de las grandes líneas
seguidas en el pasado o si, por el contrario,
incorpora innovaciones sustanciales.
Adicionalmente, intentaremos
ver en qué medida ha ido evolucionando
durante los últimos años como
consecuencia de la experiencia adquirida
por las Fuerzas Armadas rusas
en varios conflictos en los que, de
forma directa o indirecta, se han visto
involucradas.
EL CONCEPTO DE GUERRA Y
EL PAPEL DE LAS FUERZAS
ARMADAS
Uno de los puntos centrales de las
siete intervenciones del general
Gerasimov que estamos analizando
es la discusión del concepto de guerra
en el mundo contemporáneo. Una
discusión que, de acuerdo con la tradición
ruso-soviética, no resulta en
absoluto bizantina. Para los rusos, los
conceptos «militar» y «guerra» están
íntimamente relacionados (el propio
adjetivo voienny, ‘militar’, deriva
de voiná, ‘guerra’), hasta el punto de
que definir un proceso como «guerra»
equivale casi a sugerir que los militares
tienen la responsabilidad principal
de su gestión. En este sentido, se
entiende la alusión de Gerasimov en
su discurso de 2013 cuando afirmaba
que «lo más fácil sería admitir que
los acontecimientos de Egipto no son
una guerra y que, por tanto, los militares
no tienen mucho que aprender
de ellos». La sugerencia implícita de
que sí lo eran (una guerra de nuevo
tipo) permitía que la ciencia militar y
las Fuerzas Armadas estudiaran sus
características y desarrollaran posibles
soluciones para los nuevos problemas
que situaciones de ese tipo
planteaban.
La Doctrina
Militar rusa no
ofrece ninguna
definición
autorizada de
«guerra»
En cierta medida, esta preocupación
por los límites actuales del concepto
de guerra está presente en todas
las intervenciones de Gerasimov
que estamos analizando, pero es la
de 2017 la que incorpora una discusión
más detallada, que parte de la
constatación de que los documentos
oficiales rusos (por ejemplo, la Doctrina
Militar, cuya versión más reciente
data de 2014) no ofrecen ninguna
definición autorizada de «guerra». La
Enciclopedia Militar Soviética, publicada
entre 1976 y 1980, sí lo hacía y la
definía como un «fenómeno sociopolítico,
continuación de la política por
medios violentos», fórmula que reproducía
la utilizada por Lenin en 1915 en
su obra El socialismo y la guerra. No
todos los especialistas militares rusos
aceptan que esta definición siga siendo
válida en la actualidad: frente a los
que continúan fieles al enfoque clásico
están los que «proponen revisar radicalmente
la esencia y contenido del
concepto de “guerra”, por considerar
que la lucha armada no es una característica
necesaria suya» (Gerasimov,
2017).
Inicialmente, Gerasimov parece haberse
mostrado sensible a los argumentos
de los renovadores, como
sugiere su discurso de 2013. En una
línea similar, en enero de 2014 (en pleno
«proceso del Maidán», antes de las
crisis de Crimea y de Ucrania Oriental),
discutía el papel del Estado Mayor
General en la coordinación de todas
las fuerzas que participaban en la
defensa nacional y en la defensa territorial,
bastantes de las cuales no estaban
subordinadas al Ministerio de
Defensa. Es posible que en esta época
Gerasimov se sintiera inclinado a