revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2020
el Ejército del Aire frente a la COVID-19 599
técnicos, que ya no se verían en
la disyuntiva de elegir vocación o
conciliación.
• Favorecer la deslocalización de
nuestra fuerza crítica en aras de ganar
en resiliencia ante emergencias
como la actual.
Como ya he mencionado, la complejidad
y sensibilidad de los datos
que se manejan en el entorno del
Ministerio de Defensa, introducen
un factor de complejidad que dificulta
el teletrabajo y la integración
de sistemas.
Afortunadamente, contamos con
la inestimable ayuda del Mando
Conjunto de Ciberdefensa que,
junto con el CCN1 e Incibe2, están
demostrando cómo, fruto de compartir
información y experiencias de
sus respectivos CERT3, se pueden
editar guías de configuraciones seguras
para dispositivos y redes que
ayuden a reducir el perímetro de
riesgo para superar los problemas
de seguridad en el acceso remoto.
En resumen, debemos avanzar
sin demora en la transición a la dimensión
analógica desde el convencimiento
de que es y será una
apuesta segura en la que invertir
esfuerzos y recursos.
Simplificar los procesos administrativos,
integrar sistemas de información
para sacarles el máximo partido,
disgregar y redundar las infraestructuras
TIC para favorecer teletrabajo y
resiliencia, repartir el esfuerzo técnico
en el desarrollo y mantenimiento
de nuestro tejido CIS para aprovechar
todo nuestro talento actualmente
disperso y culminar el proceso de
despliegue de dispositivos de identidad
digital que nos permita habilitar
un acceso seguro a nuestra infraestructura
de comunicaciones que garantice,
no solo la continuidad de los
procesos administrativos y logísticos
necesarios en nuestro día a día, sino
un acceso confiable a los diferentes
sistemas de información que sustentan
el planeamiento y conducción de
nuestras operaciones y el imprescindible
mando y control de nuestras
unidades.
Por tanto, avanzar en el uso y control
de la dimensión cibernética no
solo es preciso para prevalecer en
nuestra nativa dimensión aeroespacial
en unos escenarios híbridos tan
inciertos y complejos como el que
afrontamos actualmente, es además
una buena forma de innovar
en tiempos difíciles y una apuesta
segura de cara a dominar los escenarios
del futuro. n
NOTAS 1CCN: Centro Criptológico Nacional
(la cabeza de la ciberdefensa nacional
y responsable de la parte institucional).
2Incibe: Instituto Nacional de Ciberdefensa
(la parte de la ciberdefensa para
el ámbito civil y empresa).
3CERT: computer emergency response
team o centro de respuesta a emergencias
informáticas. Cada uno de los tres
organismos anteriores tiene el suyo
que, junto con los que montan las grandes
empresas, conforman la red de centros
CERT nacional.