base aérea de Tablada dosier 545
das provocaron inundaciones similares en 1948, 1951 y
1952, que se intentaron paliar en 1949 realizando las necesarias
obras de defensa contra las riadas, construyendo
muros y compuertas metálicas que aún hoy se pueden
ver en distintas partes del ACAR.
A mediados de los cincuenta, Tablada aloja a dos unidades
aéreas: el Ala de Bombardeo Ligero número 25,
dotada de B.2 —CASA 2.111 Pedro—, y el Ala de Cazabombardeo
número 7, dotada de aviones C.4 —HA-
1112-M Buchón—, ambos modelos construidos en la
factoría sevillana de Hispano Aviación, posteriormente
CASA. Cabe destacar su participación en la guerra de
Ifni en 1957 y la curiosa historia del depósito auxiliar
desarrollado para el Buchón en tres días.
AERÓDROMO MILITAR
En 1963, al desaparecer el Ala 25 comenzó la decadencia
de Tablada como base aérea. Los B.2 fueron redistribuidos
entre el Ala 27 de Málaga y el Ala 46 de Gando y
revista de aeronáutica y astronáutica / julio-agosto 2020
fueron reemplazados en Tablada por
más C.4 para el Ala 7, que pasaría a
denominarse Ala 47 en mayo de 1965.
El Ala 47 quedó disuelta a finales de
ese mismo año y sus aviones fueron
dados de baja y almacenados. En
1965 la base quedó casi desguarnecida
de medios aéreos, salvo medios de
enlace y utilitarios, y pasó a la categoría
de aeródromo militar.
LA BATALLA DE INGLATERRA
Un proyecto muy ambicioso pretendía
rodar la mejor película de acciones
aéreas, para lo que se necesitaba
material de primera y no maquetas ni
metraje de acción real inconexo. Guy
Hamilton lo necesitaba para rodar la
película que narraría los dramáticos días de 1940 en el
intento de invasión de las islas británicas por parte de la
Alemania nazi, lo que se llamaría la batalla de Inglaterra,
y lo encontró en España. De esta manera, los C.4 que habían
sido dados de baja y los B.2 que estaban en Málaga
se convirtieron en maquilladas estrellas de cine para interpretar
a la Luftwaffe. Además del material, participaron
habilísimos pilotos españoles, y Tablada, junto a su personal,
se convirtieron en figurantes de primera. El año 1968
se convirtió en un año muy especial: cámaras, atrezzo,
maquillaje, grúas, micrófonos… Llegó un extraño aparato,
el «monstruo psicodélico», un B-25 modificado, con cámaras
por todas partes para rodar las escenas aéreas, con
sus estridentes colores pensados para la correcta identificación
de los ejes de pasada durante los rodajes, y desde
los Estados Unidos llegaron unos pintorescos pilotos con
pinta de cowboys de la naciente Fuerza Aérea Confederada,
una pequeña fuerza aérea privada que mantiene en
vuelo joyas históricas. Serían los encargados, junto a los
Inundación en Sevilla. Tablada inundada
Buchón Línea de producción del CA-2111 Pedro