Papel de la sección de Enfermedades Infecciosas en la pandemia de COVID-19 en el Hospital...
Sanid. mil. 2020; 76 (2) 89
los que cuenta el HCDGU. Especialmente de importancia dada
la amplia literatura al respecto de las diferentes tasas de supervi-vencia
de los pacientes en función de dicho acceso en otras pato-logías
infecciosas graves (21). Se optó por adaptar un modelo de
éxito ya conocido para abarcar un amplio número de pacientes
infecciosos con escasos recursos humanos y demostrado éxito
y eficiencia: el de los programas de optimización de antimicro-bianos
(PROA) (22). Los médicos de infecciosas se convirtieron
en consultores, sin atención directa a los pacientes: un infectó-logo
quedaba a cargo de cada 3-4 plantas de hospitalización,
con guardias específicas de 24 horas, supervisando, evaluando
y apoyando de forma proactiva a los pacientes COVID-19 más
graves y/o complejos.
Los resultados de la atención, dentro de la tragedia de una
pandemia con decenas de miles de compatriotas fallecidos, se
pueden calificar como óptimos. Hasta el 23 de mayo de 2020,
1142 pacientes con COVID-19 habían sido ingresados en el
HCDGU. 213 pacientes fallecieron y 913 habían sido dados
de alta. 16 pacientes seguían hospitalizados (14 en salas CO-VID-
19, 2 en UCI). Estos datos, con una mortalidad hospita-laria
del 18,6%, son significativamente inferiores a otros datos
locales publicados (20).
El análisis semanal de los resultados de los pacientes per-mitió
conocer con rapidez los resultados de las estrategias de
tratamiento decididas. Los resultados con hidroxicloroquina,
mostrando un aumento de la supervivencia en pacientes trata-dos
precozmente con este medicamento, y con interferón beta,
mostrando una tendencia a la supervivencia, están actualmente
disponibles en formato preprint, a la espera de revisión por pares
(23, 24). Desgraciadamente las particularidades actuales de la
Sanidad Militar no han permitido la participación de nuestro
hospital en los ensayos clínicos multicéntricos de la SEIMC para
los que había sido elegido de entre cientos de candidatos.
LECCIONES APRENDIDAS
Inmersos ya en la «quinta fase», especialmente compleja (el
repliegue de la estructura del HCDGU y su paulatina y lenta
vuelta a la normalidad), es preceptivo y de importancia estra-tégica
capital el análisis de las debilidades detectadas y de las
oportunidades de mejora.
Esta pandemia ha mostrado a la sociedad y a nuestros compa-ñeros
de los tres Ejércitos lo que ya sabemos desde hace décadas
en Sanidad Militar: la denominada «Operación Balmis» de apoyo
de las FAS a la sociedad civil durante la pandemia ha sido la pri-mera
gran operación militar en la historia de España en TN. don-de
el Cuerpo Militar de Sanidad, como tantas veces en Zona de
Operaciones, no actúa como apoyo a la fuerza. Todo lo contrario:
Los tres ejércitos actuaron n como un apoyo a una operación emi-nentemente
sanitaria, en nuestra batalla contra la mayor amenaza
a la Seguridad Nacional hasta la fecha en el siglo XXI.
Se detectaron dos debilidades durante la pandemia en HCD-GU.
En primer lugar, la falta de un servicio independiente de In-fecciosas
hizo difícil iniciar la escalabilidad de la atención en los
primeros días. En España, las Enfermedades Infecciosas no son
una especialidad médica formal. Especialistas en Medicina In-terna,
y en algunos hospitales especialistas en Microbiología con
formación informal específica, asumen esta función que como ya
hemos visto es vital y mejora la eficiencia y la supervivencia de
nuestros pacientes. La preparación, estudio y experiencia clínica
de nuestros médicos especialistas contra el espectro cambiante
de las enfermedades infecciosas emergentes no debiera seguir
siendo informal en el siglo XXI. La especialización formal en
Infecciosas en España es una gran reivindicación de expertos y
sociedades científicas desde hace décadas (25). Recientemente se
ha anunciado por el Ministro de Sanidad la creación de la Espe-cialidad
de Infecciosas para finales de este año (26). Correspon-derá
al mando la adaptación de la orgánica de nuestra Sanidad
Militar a esta nueva especialidad, de eminente y evidente impor-tancia
logístico-operativa.
Por otro lado, quizá ha llegado el momento de abrir un
debate sobre la «pared invisible» entre la defensa NRBQ en
su ámbito biológico y la preparación para las enfermedades
emergentes. Los virus y las bacterias, una vez que entran en
nuestro cuerpo, no atacan a sus pacientes de una manera di-ferente
de acuerdo con una epidemia o puerta deliberada de
entrada. Un hipotético ataque bioterrorista con la dispersión
del SARS-CoV-2 en TN. habría tenido diferentes procedi-mientos
de detección y descontaminación en el campo. Pero
una vez en un hospital, la atención clínica de pacientes, los
EPI, los protocolos habrían sido exactamente los mismos que
los que se han utilizado ante una pandemia de origen natu-ral.
Por lo tanto, todos en la comunidad NRBQ deberíamos
reflexionar sobre «romper la pared» y empezar a trabajar y
entrenarnos juntos. La defensa NRBQ en el ámbito sanitario
debe adaptar sus protocolos a diferentes peligros y diferentes
riesgos de acuerdo con las tareas de cada personal. Y las uni-dades
y servicios de Enfermedades Infecciosas, los protocolos
y el trabajo diario deben absorber el concepto NRBQ de pre-paración
continua ante amenazas improbables o desconoci-das.
Y si las unidades, procedimientos y estructuras previstas
por el mando no se han utilizado durante la mayor amenaza
NRBQ de la historia moderna de España, quizá ha llegado el
momento de revisarlas.
Esta reflexión debe hacerse ahora, a la mayor brevedad, para
que todos estemos preparados para una posible próxima ola de
pandemia COVID-19, y especialmente para estar preparados
para la próxima «enfermedad X», la próxima enfermedad in-fecciosa
emergente desconocida contra la que deberíamos estar
preparándonos ya desde hace años (27). COVID-19 ha sido la
primera «enfermedad X» desde que se acuñó el concepto (28).
Y la única seguridad que tenemos en este campo es que no será
la última.
Agradecimiento.
Este artículo ha sido elaborado con la inestimable colaboración de los farmacéuticos militares integrados en las diversas estructuras que se citan.