EL PODER NAVAL Y LAS GUERRAS CON FRANCIA. CATALUÑA, 1652-1673
en las galeras de Génova27. Pero en junio, el marqués de Montalbán, que asis-tía
a la Junta de Galeras, aseguraba que estas no estaban preparadas para salir
a campaña por falta de dinero y medios (chusma y armas), aunque en el
Consejo de Guerra se aseveró que cada año se destinaban 200.000 reales para
armar las galeras, de modo que estas deberían estar en mejor disposición para
actuar. El marqués de Torcifal fue más allá cuando reclamó, incluso, la necesi-dad
de llegar a un acuerdo con Inglaterra para que una armada de dicha nacio-nalidad
patrullase el litoral del Mediterráneo hispano28. Finalmente, Mariana
de Austria decidió que solo las galeras de Génova pasarían a España, quedan-do
las demás para guardar Italia29.
Mientras, el arzobispo de Tarragona se hizo eco de la presencia de la flota
francesa en las Baleares30 –los rumores señalaban una fuerza de once galeras y
treinta y seis navíos– para reclamar también ayuda para mejorar sus defensas
y armamento –de modo urgente doscientos arcabuces y algunos artilleros,
pues sólo había cinco en servicio para quince piezas en disposición de dispa-rar–.
Pero Francia tenía otros designios, que no pasaban por atacar Tarragona,
de modo que dejaron seis galeras en Colliure –de las once de las que disponí-an
para sus operaciones en Cataluña– para cualquier contingencia. El virrey,
duque de Osuna, se limitó a enviar cien hombres de refuerzo a Rosas y la
mitad a Cadaqués, mientras aquellos meses continuaban los trabajos en la
mejora de las defensas de Palamós, una vez que las de Cadaqués parece que
fueron dejadas por imposibles31.
El duque de Osuna, que logró conquistar la Cerdaña32 francesa en la
campaña de 1667, estaba convencido que los franceses intentarían en 1668,
jugando con su ejército y su armada conjuntamente, tomar Gerona o Rosas
para desquitarse. Y aquellas plazas sólo podrían defenderse si se contaba con
las galeras de España a tiempo, ordenándosele al marqués del Viso que las
tuviera aprestadas para el día 10 de abril. El marqués aseguraba que le sobraba
celo para hacer lo que se le pedía, pero necesitaba también dinero para llevar-
consultas de la Junta de Armadas, 30/IV/1667, 13/VI/1667 y 19/XII/1667. Al final, el barco se
terminó en Arenys, pero se acabó de arbolar en Barcelona, y no en Cadaqués como se había
previsto. AGS, GA, leg. 3506, consultas de la Junta de Armadas, 17-29/XI/1668.
(27) ACA, CA, leg. 320, consultas del CA, 20-26/V/1667. ACA, CA, leg. 421, Llupià al
vicecanciller del CA, 4-5/VII/1667. ACA, CA, leg. 321, extracto de la carta del gobernador de
Cataluña, don Gabriel de Llupià, al vicecanciller del CA, 6/VIII/1667.
(28) AGS, GA, leg. 2134, consulta del CG, 2/VI/1667. Sobre la presencia inglesa en el
Mediterráneo véase, Valladares, Rafael, «Inglaterra, Tánger y el ‘Estrecho compartido’. Los
inicios del asentamiento inglés en el Mediterráneo occidental durante la guerra hispano-portu-guesa
(1641-1661)», en Hispania, LI, 179/3 (1991): 965-991.
(29) AGS, GA, leg. 2134, consulta del CG, 4/VI/1667.
(30) Sobre la guerra de Devolución en las Baleares, ESPINO LÓPEZ, Antonio: En la perife-ria
de los reinos periféricos. Guerra y defensa en la Mallorca de Carlos II (1665-1700),
Ministerio de Defensa-CSIC, Madrid, 2011, pp. 211-213, 227-231.
(31) AGS, GA, leg. 2160, gobernador de Rosas, Marco A. Genaro, a don Diego de la
Torre, 10/VIII/1667. ACA, CA, leg. 321, consulta del CA, 14/IX/1667.
(32) Sobre la Cerdaña, ESPINO, Antonio: La Cerdaña en armas. Conflicto e identidad en
la frontera catalana, 1637-1714, Milenio, Lérida, 2017.
REVISTA DE HISTORIA NAVAL 148 (2020), pp. 9-28. ISSN 012-467-X 21