EL CAPITÁN GENERAL DE LA ARMADA FRANCISCO JAVIER EVERARDO DE TILLY...
les de 1792 finaliza la construcción de unos tinglados en la playa del Batel
(Santa Lucía), que había sido ordenada por real orden de 8 de febrero del año
anterior, para mantener a cubierto las 55 lanchas de fuerza, cañoneras, obuse-ras
y bombarderas, una vez desarmadas56; se redactó un proyecto para cons-truir
un muelle en las proximidades del hospital, en vista de las dificultades
que se han observado en el desembarque de los heridos que procedentes de
Orán transportaban las fragatas Santa Dorotea y Santa Brígida57; se realizaron
las obras necesarias para restaurar las zonas que amenazaban ruina y para
dotar de un nuevo piso al cuartel de batallones58, atendiendo también a las
continuas reparaciones del cuartel de brigadas, ya que era utilizado para cele-brar
los certámenes de los individuos del Cuerpo de Artillería que siguen el
estudio de matemáticas59, y los edificios destinados a alojamiento y academia
de la Compañía de Guardias Marinas, pues aunque seguían su marcha la obras
del nuevo cuartel lo hacían muy lentamente, incluso sufriendo desde octubre
de 1790 un atraso por falta de caudales60.
Los últimos años
El 24 de diciembre de 1792 cesa Tilly en el mando del departamento marí-timo
de Cartagena, y el 14 de enero del año siguiente embarca en el navío
Gallardo con destino a Cádiz para ocupar más alto destino: la Dirección
General de la Armada y el mando del departamento marítimo de Cádiz, que le
era anejo y que le habían sido conferidos por real orden de 18 del mes anterior
«por su dilatado y recomendable mérito»61. El 1 de febrero de 1794 alcanza la
más elevada dignidad en la Armada al ascender a capitán general, pero sus
padecimientos físicos le obligan a solicitar el relevo, y por real orden el 13 de
marzo de 1795 se le concede «su residencia en este Departamento continuan-do
en su dignidad y empleo con todos los honores y goces que le correspon-den
», trasladándose posteriormente a Cartagena, donde fallece en la mañana
del 11 de diciembre, siendo enterrado al día siguiente en la sepultura de su
propiedad existente en la capilla de la iglesia del convento de San Francisco,
instituida en 1776, y al derribarse este convento años después, sus restos pasa-ron
a la sacristía de la iglesia del Hospital de la Caridad, donde permanecen.
(56) ANC, LAJD, sesión de 13/12/1792. Con anterioridad acordó la junta que, según plano y
presupuesto de 571.961 reales de vellón que acompaña a dicha real orden, se encargue de dicha
obra el subinspector del arsenal capitán de navío Félix Melilupi.
(57) ANC, LAJD, sesión de 21/3/1791.
(58) ANC, caja 1830. Estuvo ocupado por los regimientos de infantería de Córdoba, El
Sacrificado, y Mallorca, El Invencible. Este último, con ancestrales orígenes marineros, se encon-traba
en Cartagena por real orden de 24 de mayo de 1790, destinando una parte de su fuerza a
custodia de los buques de guerra y arsenal.
(59) Ibídem. El denominado «cuartel del duque» estuvo ocupado por el regimiento de suizos
de Bestchar, de guarnición en la plaza.
(60) ANC, caja 226.
(61) Gaceta de Madrid, 18 de diciembre de 1792.
REVISTA DE HISTORIA NAVAL 148 (2020), pp. 57-80. ISSN 012-467-X 77