852 la relevancia del poder aeroespacial en escenarios de amenaza híbrida
revista de aeronáutica y astronáutica / noviembre 2020
además, la actuación de los medios
de las FAS y las FCSE), la permanencia
del cometido ISR vinculado al ámbito
aeroespacial a través de los RPAS, en
particular los de clase III, constituye
un elemento esencial para detectar
posibles patrones de conducta y actividades
ilícitas. La incorporación de
sistemas con mayor variedad de sensores
ampliará las capacidades de
detección del poder aeroespacial.
Disuasión
La disuasión es quizás la herramienta
más importante para contrarrestar
la amenaza híbrida, simplemente porque
puede prevenir ataques. Sin embargo,
la amenaza híbrida complica
el cálculo tradicional de la disuasión;
una disuasión eficaz en estos escenarios
requiere actualizar estrategias
tradicionales y aplicar un equilibrio
apropiado entre el aumento de la
resiliencia (abordando las diversas
vulnerabilidades) y estrategias de
carácter más ofensivo, mediante una
actuación integrada de los instrumentos
de poder propios, dirigidas a las
vulnerabilidades del adversario.
Sin embargo, tal como señala Colin
S. Gray, el problema fundamental
de la disuasión sigue siendo de tipo
práctico, no teórico, solo puede resolverse
comprendiendo quién, cómo,
cuándo y por qué, y no tanto el qué.
En estos escenarios, por tanto, las teorías
de la disuasión seguirán siendo
aplicables... lo importante será determinar
a quién disuadir, cómo hacerlo,
cuándo y por qué.
En lo que respeta a la disuasión y
al poder aeroespacial, pueden subrayarse
las capacidades propias de
inteligencia que permiten una pronta
y eficaz respuesta; la capacidad
ISR en permanencia, en particular la
disponible mediante sistemas RPAS
de clase III; la gran eficacia demostrada
en operaciones; la disponibilidad
de medios aéreos con gran
capacidad de gestión, fusión y presentación
de información en tiempo
real que permiten realizar misiones
tipo TST5; y la disponibilidad de recursos
(como el armamento estratégico)
para contrarrestar la capacidad
A2/AD del adversario, así como para
aplicar letalidad de carácter estratégico
sin necesidad de desplegar
fuerzas sobre el terreno, evitando así
la tan temida presión social.
Así mismo, la disponibilidad de
capacidades no convencionales de
operaciones aéreas especiales y la
agilidad operativa, capacidad para
generar rápidamente soluciones múltiples
ante una amenaza determinada
pudiendo cambiar entre ellas, lo que
permite adaptarse rápidamente a
cualquier situación o acción del adversario,
constituyen una importante
contribución a la capacidad de disuasión
de las FAS.
Por último, se destacan las capacidades
aeroespaciales que permiten
desplegar, sostener y extraer las fuerzas
propias dentro de un teatro de
operaciones de escenario híbrido, así
como las capacidades y estructura de
Mando y Control aéreo (Air C2) con
alcance y cobertura suficiente para