concepto de operación dosier 879
EL CN-ETAC: LA SECRETARÍA Y OFICINA NATO-SOFA
Dirigir la Secretaría Particular del coronel jefe del CN-ETAC,
además de la Secretaría General del ETAC –organismo multinacional–
y de coordinar la oficina NATO-SOFA suponía un reto y
una oportunidad. Oportunidad, porque significaba volver a un
ambiente internacional que no me es ajeno y que he de reconocer
que me encanta. Reto porque mi especialidad no es la
de administración y me adentraba en un mundo que no había
explorado antes.
Mi experiencia internacional ha sido amplia, contando con
mi destino de tres años en el Mando Europeo de Transporte
Aéreo, en los Países Bajos, además de las numerosas comisiones
internacionales en las que he tenido la suerte de participar.
Todo ello me daba la confianza necesaria para trabajar en un
entorno multinacional como es el ETAC, interactuando a diario
con su personal internacional y siendo uno más de la «familia».
La oportunidad de venir al centro surgió hace un año, con
ocasión de la vacante que se iba a producir por el ascenso a
suboficial mayor del subteniente Ayala, que era quien cubría
el puesto desde la creación de la unidad. Pero el reto era extraordinario,
como digo, pues toda mi experiencia profesional
–tanto la nacional como la internacional– la había desarrollado
en otras áreas diferentes a la de administración.
La comisión de servicio que el coronel jefe del CN-ETAC
había solicitado para facilitar un relevo ordenado, tanto en el
componente nacional como en el organismo multinacional del
ETAC, había quedado desierta por falta de peticionarios con la
especialidad de administración. La falta de peticionarios para
sustituir al subteniente que ejercía estas labores en el centro
y que iba a abandonarlo forzosamente por su ascenso a suboficial
mayor, me abrieron el camino. Se publicó nuevamente
la comisión de servicio –esta vez indistinta en lo referente a la
especialidad– que me facilitó poder hacer un relevo de una semana
de duración, a finales de octubre, antes de que se produjera
el ascenso y cese del compañero a quien venía a sustituir.
Eran muchas cosas, muchos temas, mucha información que
asimilar en un espacio de tiempo muy constreñido. Las maratonianas
jornadas en las que trabajamos todos esos días, me
dieron una imagen general del centro, de la exigencia del
puesto y un rumbo marcado que seguir en mi progresión laboral.
La duda, que existe en la vida, me acechaba en el sentido
de valorar la bondad de solicitar la vacante que sería publicada
en fechas posteriores. Finalmente, en enero de este 2020, fui
destinado al Componente Nacional del ETAC, donde continúo.
Reto y oportunidad, por tanto, van de la mano en este destino.
revista de aeronáutica y astronáutica / noviembre 2020
¡Quién me iba a decir a mí que una unidad tan pequeña en
cuanto al número de gente destinada sería tan exigente por el
volumen y entidad de asuntos que hay que gestionar! Para dar
una idea de lo que digo, el CN-TLP lo conforman 14 personas
y el CN-ETAC tiene tan solo una plantilla de cinco personas, lo
que da muestra del extraordinario esfuerzo que tenemos que
hacer para dar sustento al organismo multinacional del ETAC. Y
ello es posible gracias al trabajo en equipo, porque el ambiente
es familiar. En esencia, impera la profesionalidad, el espíritu
de sacrificio y compromiso de todo el personal con el que
sustituir la falta de «manos». Siguiendo con las comparaciones,
ahora en el terreno internacional, con el que sería nuestro centro
homólogo en los EE.UU., el Advance Airlift Tactics Training
Center (AATTC), esa unidad cuenta con alrededor de unas 150
personas en su plantilla para hacer las mismas labores de preparación,
organización y ejecución de cursos. Nosotros, incluyendo
al personal extranjero, somos 10.
El trabajo de oficina es equiparable al de cualquier otra unidad
del Ejército del Aire, con la peculiaridad del componente
internacional y la gestión del NATO-SOFA. Sin embargo, hay
que añadir la complejidad de la gestión económica de un
presupuesto multinacional al que hay que darle encaje en el
sistema de contratación español, todo ello sin disponer de un
habilitado específico para un asunto tan sensible. No obstante,
siempre tenemos presente que los cinco españoles somos la
imagen que perciben y tendrán nuestros compañeros extranjeros
del ETAC, de los multinacionales que asisten a los proyectos
de entrenamiento en España y del resto de militares de
nuestras Fuerzas Armadas. Tenemos que ser, en todo momento,
un ejemplo de profesionalidad, respeto, integridad, trabajo
y al mismo tiempo combinarlo con la empatía y el apoyo a este
personal en todas sus «desventuras» en nuestra tierra. Esta es
una divisa del centro, promocionando nuestra región y nuestra
magnífica localización. Nos sentimos embajadores de España,
de Aragón y de la ciudad de Zaragoza.
Desde nuestra Secretaría tratamos de dar apoyo y sostenimiento
al personal multinacional del ETAC y sus familias tal y
como se recoge en el acuerdo técnico del ETAP/ETAC. Gestionamos
y facilitamos su in-processing en España y la ciudad de
Zaragoza, regularizando su situación administrativa ante la policía,
los organismos sanitarios regionales y con el municipio, así
como asistiéndoles en asuntos educativos y financieros entre
muchos otros. Junto con las actividades de teambulding que
desde la Jefatura se fomentan de forma mensual, visitando instalaciones
militares españolas y conociendo la cultura variada
de la región y sus aledaños, creo que se
establecen las bases para hacerlos sentir
como en «su casa». En definitiva, velamos
por su bienestar y de ese modo
predisponerles a su dedicación plena
por y para el ETAC.
Somos pocos pero bien avenidos.
Tan solo dos personas las que estamos
en esta Secretaría para ayudar a la gestión
diaria del ETAP, tramitar los asuntos
particulares de la Jefatura del CN-ETAC
con las autoridades locales y regionales,
los aspectos oficiales con nuestro
Mando (MACOM), los financieros y presupuestarios
con la SEA 26 y las relaciones
funcionales con la oficina SOFA en
DIGENPOL. No parece sencillo, pero
en este centro somos inasequibles al
desaliento. Mi asistente, la cabo Marta
Rodríguez Campano, nos da testimonio
de ello.
Sixto Ostiategui Miranda
Formación del EADA. (Imagen: José Luis Franco Laguna) Subteniente del Ejército del Aire