REVISTA EJÉRCITO
N.º 956 EXTRAORDINARIO NOVIEMBRE
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Tomemos como referente material
el más solicitado (y empleado) actualmente
por nuestros aliados: el
sistema HIMARS (high mobility arty
rocket system), en concreto con cohete
GMLRS1. Un único cohete aseguraría
el éxito o romper el contacto
en una situación de tropas en contacto
(TIC), incluso solo con su aplicación
en las proximidades de este
contacto. El M31 GMLRS es un cohete
guiado de 300 kg, con carga unitaria
de 90 kg y un calibre de 227 mm;
entró en servicio en 2004.
Estamos hablando de un sistema
con un alcance de 70 km (con pruebas
ya realizadas de hasta 100 km) y
con un error de 5 m (2 m a 58 km). En
2006, se entregaron 900 GMLRS al
ejército americano, en abril de 2008
se acabaron las pruebas operacionales
y en 2009 empezó su producción
en serie. Debido a su precisión,
un disparo M31 GMLRS equivale a
12 cohetes no guiados y a una batería
cañón (un lanzador equivaldría a
más de dos grupos cañón). Un solo
lanzador en la base de Badghis proveería
apoyo (capacidad de despliegue
y modularidad) a todas las bases
avanzadas de la provincia.
Nuestros aliados (entre los que destacan
Estados Unidos y Reino Unido)
han desplegado en sus operaciones
recientes sistemas MLRS y HIMARS,
y han disparado –recordemos, en el
más restrictivo ambiente COIN– más
de 1400 cohetes GMLRS, debido a
las ventajas descritas anteriormente.
Es el sistema clave tanto en ambiente
convencional como en COIN,
y es muy dudoso que, sea cual sea el
carácter del conflicto futuro, no sean
necesarios fuegos potentes, profundos
y precisos como los que asegura
el sistema cohete por el que se decantan
los aliados más punteros.
Además de los dos principales sistemas
de lanzacohetes de campaña
actualmente en servicio (el HIMARS
norteamericano y el LIMAWS(R) británico),
existen otros modelos (el
Uragán 9K57 y el Smerch 9K58 rusos,
el Langusta WR-40 polaco, el
Astros II brasileño, el Lynx israelita o
el WS-1B chino, entre otros muchos).
El presente y futuro a medio plazo de
la artillería cohete del Ejército de Tierra
pasa actualmente por el proyecto
SILAM (sistema lanzacohetes de
alta movilidad), que estudia la adopción
de un sistema, como puede ser
el HIMARS, teniendo en cuenta las capacidades
y características vistas anteriormente,
el cual se realiza sobre la
base de dotar al Regimiento de Artillería
Lanzacohetes de Campaña n.º 63
con al menos un grupo, idealmente
dos (uno por cada división, lo que permite
además una mejor rotación en
operaciones), con una orgánica de tres
baterías, a dos secciones, de dos lanzadores
HIMARS (un total de 12 unidades
de lanzador HIMARS por grupo).