Al dotar al RALCA 63 de las plataformas
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de lanzamiento y de los cohetes/
misiles adecuados, de este
modo, el MACA y la Fuerza Terrestre
contarían con un regimiento con
gran capacidad para hacer frente a
las necesidades de fuego que pueda
demandar cualquier tipo de operación,
en cualquier ambiente, desde
cuerpo de ejército hasta división, así
como para reforzar los fuegos de las
brigadas.
La decisión de adquirir un sistema
basado en el HIMARS parece, a priori,
la más adecuada, ya que, además
de dotarse de un moderno sistema
sobre ruedas que posee indudables
ventajas, como su movilidad táctica
y su capacidad de proyección (incluso
en C-130 Hércules), estamos
frente a un sistema cuyos pods de
seis cohetes de 277 mm o misil táctico
MGM-140 ATACMS son intercambiables
con el veterano M270A1
MLRS. Esto lo hace altamente interoperable
con los sistemas que emplean
la mayoría de nuestros aliados
en la OTAN, como pueden ser Estados
Unidos, Alemania, Francia, Reino
Unido, Italia y Grecia.
Aparte de las ventajas anteriormente
mencionadas, se debe añadir la
capacidad de lanzar munición de la
familia del sistema de misil táctico
del ejército (ATACMS, por sus siglas
en inglés; con alcance de hasta
300 km), así como su más que probable
evolución a una capacidad
dual para disparar también munición
antiaérea del tipo de misil avanzado
de superficie de alcance medio
aire-aire (SLAM-RAAM) y el empleo
futuro de munición con capacidad
de exploración o loitering2. Dublín y
demás acuerdos asumidos por España
recomiendan orientarse siempre
a municiones unitarias, y evitar
las submuniciones.
Por último y de gran importancia, es
necesario recalcar que esta capacidad
de fuegos cohete a gran profundidad
y precisión debe llevar pareja obligatoriamente
una serie de capacidades
inherentes:
» Orgánica: hay que integrar sensores
(vehículos aéreos no tripulados,
radares; observadores avanzados)
con puestos de mando (PC), elementos
de enlace (enlace con la
unidad/base apoyada) y medios
productores de fuego (lanzadores).
Se precisa una orgánica que permita
más modularidad, con unidades
multifunción que deben asumir ahora
tareas en el nivel sección o lanzador,
que antes solo se encontraban
en el nivel grupo (funciones de abastecimiento,
mantenimiento, mando,
gestión de objetivos, sensores, etc.).
También conviene tener elementos
de reconocimiento en el nivel grupo,
así como de adquisición de objetivos
(survey & target adquisition o STA).
Lanzador LYNX. Fuente: www.imi-israel.com