sus componentes, es preciso sustituirlo
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con urgencia. Las opciones
son dos: material autopropulsado de
cadenas o material autopropulsado
de ruedas. Sobre esta cuestión, hay
opiniones diversas. Uno y otro presentan
ventajas diferentes para una
misma necesidad. Existe también la
posibilidad de adquirir ambos tipos.
Teniendo en cuenta lo que mencionaba
al comienzo de este artículo
sobre la necesidad de disponer de
materiales cuyo sostenimiento sea
lo más asequible posible, mi opinión
personal es que lo más conveniente
es optar por una única plataforma
autopropulsada de 155 mm
sobre ruedas. Las plataformas existentes
en el mercado ofrecen todas
las características precisas desde
el punto de vista de los apoyos de
fuego. Reconozco que las plataformas
sobre cadenas tienen un mejor
comportamiento sobre terrenos
especialmente difíciles. Pero, por
razones de rapidez y de protección
frente a posibles zonas minadas, las
unidades de artillería realizan sus
desplazamientos entre posiciones
utilizando caminos o itinerarios reconocidos,
sobre los que la movilidad
está asegurada. Una pieza de
artillería, aunque apoye a unidades
de carros de combate, no precisa ser
como un carro de combate. Adquirir
un sistema autopropulsado cadenas
solamente por el hecho de que en algún
momento podría ser necesario
contar con una capacidad adicional
de tracción sería obrar como aquellas
personas que adquieren un vehículo
todoterreno con tracción en las
cuatro ruedas para luego moverse
siempre por carreteras. Adicionalmente,
las plataformas sobre ruedas
ofrecen una mayor velocidad de
desplazamiento que las de cadenas,
una mejor capacidad de proyección
estratégica y un menor coste de
mantenimiento.
P or supuesto, en cualquier sistema
autopropulsado, la parte fundamental
es el cañón. Y este ha de permitir
por sus características el empleo de
todo tipo de municiones, incluyendo
las de alcance mejorado, que, con
un rango de hasta 70 kilómetros, se
complementan perfectamente con
el alcance de los materiales cohete.
La nueva plataforma debe contar,
además, con todos los sistemas
que permitan automatizar la mayor
parte de las acciones durante el fuego.
En un horizonte de reducción demográfica
y buscando la capacidad
de realizar acciones de fuego con un
número limitado de piezas de gran
cadencia, la única opción viable es
que aquellos procesos que ralentizan
el empleo de la pieza (entrada/
salida de posición y trasiego de la
munición) sean realizados por sistemas
automáticos en lo posible.
También en este campo se están dando
los pasos necesarios, y el DNO fue
elevado a la Junta de Programas de
Armamento y Material (JUPROAM)
en diciembre pasado para la sustitución
del M-109.
Dentro del material cañón, existe
también la necesidad de contar con
la posibilidad de asegurar el apoyo de
fuegos para unidades ligeras realizando
operaciones en zonas de montaña
o que requieran aerotransporte
táctico. Aquí, nuevamente, existen
diversas opciones, incluida la posibilidad
de adquirir un sistema ultraligero
de 155 mm. Insisto en la necesidad
de no multiplicar las plataformas
existentes y tratar de sacar el máximo
rendimiento al material del que ya
disponemos. Creo que los alcances
Sistema 155 mm ATP Ruedas Caesar
Sistema RPAS tipo I ATLANTIC