Pilotos de Tuskegee atendiendo a un briefing. (Imagen: Wikimedia)
revista de aeronáutica y astronáutica / diciembre 2020
cine, aviación y espacio 1017
Aún con todo las escenas de combate
aéreo son muy abundantes y verdaderamente
impactantes. La acción
ocurre de forma trepidante y el combate
aéreo cerrado es constante, rindiendo
además un claro homenaje a
la obra maestra de George Lucas, Star
Wars.
LOS AVIADORES DE TUSKEGEE: EL
TRIUNFO DE LO EXPERIMENTAL
Aunque la película no es en absoluto
rigurosa en el sentido histórico sí que
intenta mostrar de forma bastante acertada
la problemática del racismo en las
Fuerzas Armadas norteamericanas, con
unidades segregadas por razón de raza
y en permanente crítica por parte de la
corriente de pensamiento dominante
en la época. Y es que, por absurdo que
pueda resultar hoy día, fue realmente
revolucionario que el Congreso de los
Estados Unidos aprobase la designación
de fondos para el entrenamiento
de pilotos afroamericanos.
Estas unidades, totalmente experimentales
y, a ojos de la mayoría, condenadas
al fracaso desde el inicio, llevaron
a cabo un impactante trabajo en labores
de combate tan pronto tuvieron la oportunidad.
Los criterios para el ingreso
eran muy exigentes debido al racismo
existente, pero esto jugó en favor de los
peticionarios, ya que solamente aquéllos
realmente sobresalientes lograron
ingresar como pilotos. Esto, unido a la
necesidad permanente de mostrar su
habilidad y pericia para mostrar que su
capacidad era, como mínimo, similar a la
de unidades de blancos, condujo a escuadrones
tan bien formados y motivados
que podríamos considerar de élite.
Su nombre proviene de la universidad
de Alabama donde fueron entrenados,
siendo su primera promoción
considerada como apta para el combate
en abril de 1943, tras casi dos años de
formación.
Después ser duramente criticadas tras
un despliegue bastante tibio en Italia,
donde las operaciones terrestres tuvieron
inicialmente mucho más peso,
la unidad logró cierto renombre en la
Operación Shingle, siendo asignados
en el año siguiente a la protección de
los bombarderos estratégicos de la 15ª
Fuerza Aérea Norteamericana en misiones
de escolta cercana. Su éxito como
escolta de bombarderos fue más que
notable, siendo considerados como la
unidad más eficiente en este aspecto,
ya que contaron con uno de los ratios
más bajos de bombarderos propios
derribados durante su escolta de todas
las unidades aliadas que participaron
en la contienda. Al finalizar la guerra
contaban con ciento doce derribos, incluyendo
tres aviones a reacción Me-
262, tres Citas de Unidad Distinguida,
una Cruz de Plata, 96 Cruces de Vuelo
Distinguido, 14 Estrellas de Bronce, 644
Medallas del Aire y ocho Corazones
Púrpura.
Pilotos de Tuskegee. (Imagen: Wikimedia)