Arriba, publicaciones simultáneas de la investigación
de la Anestesia metamérica en las revistas de Sanidad
Militar y Cirugía Española. Debajo, retrato y reloj de
bolsillo empleado por Pagés.
El comandante
Pagés fue un
tenaz y prolífico
investigador en
el campo de la
sanidad
El médico aragonés permaneció en
África hasta diciembre de ese año, coincidiendo
con la publicación de otro de
sus artículos más celebrados: Heridas abdominales
de guerra, mi experiencia personal.
Según algunos expertos, «su mejor trabajo
desde el punto de vista quirúrgico».
En 1922, fue ascendido a comandante
y nombrado cirujano jefe del
Hospital Militar de Urgencias, donde
ya prestaba sus servicios.
TRÁGICO FINAL
En septiembre de 1923, el doctor Pagés
perdió la vida en un fatídico accidente
de tráfico. Tenía solo 37 años y un futuro
prometedor por delante. Nadie sabe qué
otros hallazgos e innovaciones hubiera
llevado a cabo. Aún así, dejó un legado
en el ámbito de la sanidad y en el de la
cirugía que merece ser puesto en valor.
Debido a la poca repercusión que
tuvo el artículo Anestesia metamérica, el
médico italiano Achille Mario Dogliotti
se arrogó su invento una década después
de su publicación. Por suerte, el
profesor Alberto Gutiérrez, del servicio
de cirugía del Hospital Español de
Buenos Aires, aclaró que el estudio de
Pagés era anterior.
Hoy, no hay ninguna duda sobre el
hecho de que fue Fidel Pagés quien inventó
la técnica de la anestesia epidural.
Su relevancia está a la altura de Ramón y
Cajal, Gómez Ulla o Bastos Ansart, pero
su nombre aún es un gran desconocido
a pie de calle y pocas son las madres que
saben que fue un médico militar español
el precursor de la técnica que las ha permitido
traer al mundo a sus pequeños
con un poco menos de dolor.
María Senovilla
Fotos: Pepe Díaz
Museo de Sanidad Militar
Teoría y práctica
HOY, la conocemos como anestesia
epidural, pero hace cien años Fidel
Pagés la bautizó como «Anestesia
Metamérica» por «la posibilidad que
nos proporciona de privar de sensibilidad
a un segmento del cuerpo, dejando con
ella a las porciones que están por encima
y por debajo del segmento medular de
donde proceden las raíces bloqueadas».
Es decir, se duerme solo la zona cuyos
nervios nacen en la porción de médula
espinal donde se pincha el anestésico y,
aunque esa parte queda sedada por completo,
el paciente permanece despierto.
Así, se explica en la separata original
y, en esencia, no ha habido ningún cambio
en la técnica hasta nuestros días.
CONCIENZUDO Y AL MILÍMETRO
Pagés fue exhaustivo en la descripción
de cada detalle: material, fármacos, puntos
exactos en los que hacer las punciones...
Y completó el trabajo con un anexo
en el que pone como ejemplo hasta 43
operaciones perfectamente descritas y
realizadas con esta técnica anestésica. La
primera de ellas, fechada en noviembre de
Museo de Sanidad Militar
1920, da una idea del ritmo de trabajo tan
intenso que llevó los meses que precedieron
a la publicación de su estudio.
La epidural produce menos náuseas,
la recuperación del paciente es más rápida
que con la anestesia general y permite
controlar el dolor después de la cirugía
de forma más eficaz.
Pagés ya refleja la idea de que su técnica
tenía incontables posibilidades y que
se iba a poder utilizar de forma habitual en
la cirugía del futuro. No dudó de su importancia
y utilidad, aunque no llegó a ver el
alcance de su invento, ni siquiera la primera
vez que se empleó en un parto (1942).
Diciembre 2020 Revista Española de Defensa 57