CRÓNICA DE LA CONQUISTA. 12 DE FEBRERO DE 1519 - 13 DE… 117
fueron censuradas como todas las obras que glosaban nuestra tarea en Las
Indias y tantas otras.
Su confesor, Francisco López de Gómara, a la muerte del Capitán y
sin haber viajado jamás a Las Indias, decidió escribir la Historia General de
las Indias glosando su figura con la honrada intención de que sus fatigas y
esfuerzos no fuesen olvidados. La inoportunidad de dedicar su obra a su hijo
Martín Cortés Zúñiga (no confundir con el otro Martín el Mestizo, que tuvo
con doña Marina), segundo Marqués del Valle de Oaxaca, y no a S.M. Felipe
II quizá fue una de las razones por las que inmediatamente se prohibió su
difusión.
Prohibición que, por suerte para todos, no impidió que Bernal Díaz del
Castillo, soldado a las órdenes de Hernán durante la Conquista de México (y
antes a las de Velázquez de Cuéllar en la Conquista de Cuba, participante en
las expediciones de Hernández de Córdoba y de Grijalva y, después de Cortés,
con sus propias responsabilidades en Guatemala) alcanzase a leer, ya
octogenario, una copia de la obra de Gómara. Su lógica indignación ante lo
que leyó no era sino una hagiografía del Capitán y olvido de todos los demás
hombres, le empujó a publicar su propia historia, La Historia Verdadera de
la Conquista de la Nueva España, escrita desde el punto de vista del soldado
en campaña. La viveza de sus recuerdos, la multitud de detalles y sus cambios
de estilo, nos hacen suponer que tenía escritas sus hechos de armas, su
hoja de servicios, sus memorias, y casi que los pasase a limpio como crítica
de la obra de López de Gómara. Desde mi punto de vista, Bernal fue uno
de los precursores de los reporteros de guerra. Su relato es sincero, muy a
menudo crítico con Cortés y sus decisiones, y cuenta además con el don de
la ubicuidad; Bernal cuenta hasta los hechos en los que él no está presente,
razón de más para tildarle de periodista cubriendo el frente; sacaba información
de los verdaderos protagonistas.
Están después los escritos de Bartolomé de Las Casas (exagerados
porque buscaban impresionar al Emperador y malentendidos o, mejor, aprovechados
por los enemigos para basar en él su propaganda), los Códices Coloniales,
Motolinia y Fray Bernardino de Sahagún, que aún desvirtúan más
la memoria de los hechos, al basarse en los testimonios de algunos presuntos
testigos de los hechos.
La situación en Las Indias en 1514 es la siguiente; el almirante y
gobernador de las Islas del Mar Caribe, don Diego Colón ha sido llamado
a la Corte del rey Fernando el Católico para dar cuenta en un Juicio de Residencia
por su mala administración de las islas. Mientras dura el juicio, el
cardenal Cisneros ha enviado a la isla de La Española como sustitutos a cuatro
frailes jerónimos; Luis de Figueroa, Bernardino de Manzanedo, Alonso
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2020, pp. 117-140. ISSN: 0482-5748