166 ARMANDO DE LUCAS HURTADO-ACERA
mento primario, hasta entonces desconocido por los aztecas, fieles al maíz
originario de esas tierras (tortillas de maíz).
Por sus años de terrateniente en Cuba, en sus tierras del Marquesado
de Oaxaca, plantó caña de azúcar para exportar (Juan Miralles, “Cortés,
inventor de México”).
Construyó molinos de trigo y azúcar (ingenios) y solicitó a su padre
D. Martín en 1526 “Dos docenas de carneros de lana merina muy fina de la
mejor casta que se pudiera haber”. Igualmente llevó a México cabras.
Se queja a Carlos V por carta que los funcionarios enviados por el
Consejo de Indias, “le impiden traer yeguas”, y esto retrasa el aumento de la
cabaña, tan necesario para el transporte.
Desde Cuernavaca, su principal asentamiento con más de 22.000 indios
en su encomienda, suministra a la Ciudad de México forraje para caballerías,
trigo, azúcar, vino, carne, fruta, maíz y cacao. El cacao (del Náhualt
cacahuatl), era apreciado por los mexicas como estimulante y reconstituyente;
de ahí su gran valor, que hacía que sus semillas se utilizaran como
moneda de cambio en todo el Imperio. Esta costumbre perduró hasta después
de la Conquista.
En el ocaso del Imperio, Moctezuma recibía parte de sus tributos en
cacao en una cantidad que ascendía anualmente a unos 160 millones de
bayas, con las que se preparaban diariamente cincuenta tazas de chocolate
para su consumo personal. Los nobles aztecas cocían el cacao con agua, lo
endulzaban con miel silvestre o jugo de arce y lo aromatizaban con vainilla.
Hernán Cortés pagaba en ocasiones a sus soldados con cacao. En una
de sus cartas, el conquistador describió a Carlos V las bondades del chocolate
(xocolatl) asegurándole que una taza de esa bebida aromática daba
fuerzas suficientes a un soldado para todo un día de marcha.
Hernán Cortés, no se detuvo nunca en su afán empresarial. Pone su
patrimonio y fortuna en desarrollar explotaciones mineras de oro y plata.
También cobre en sus tierras y además compraba los derechos a sus propietarios
de otras concesiones en Michoacán, Tehuantepec, Sultepec y Taxco.
Es en palabras de Bartolomé Benassar “un verdadero mercader y hombre de
negocios florentino del Renacimiento”.
ARMADOR, NAVEGANTE Y DESCUBRIDOR
Dueño de los primeros astilleros de México, Cortés descubridor y navegante
por la costa del Pacífico, desde sus astilleros de Tehuantepec, arma
Revista de Historia Militar, II extraordinario de 2020, pp. 166-178. ISSN: 0482-5748