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El año terminaba con un secuestro
masivo que no solo recuerda al muy
mediático de las 276 niñas cristianas
capturadas en un internado de
Chibok, producido en 2014 y de las
que 112 siguen sin aparecer, sino que
ha puesto en evidencia ante muchos
más testigos, nacionales y extranjeros,
la dramática práctica de esta industria
criminal que tanto en manos
de terroristas como de bandidos diezma
también a la población del buena
parte del país. Ahora eran 333 los jóvenes
secuestrados, en un internado
situado en la localidad de Kankara,
en el estado federado de Katsina, y la
pronta liberación de casi todos ellos
pocos días después hace sospechar
que los terroristas habrán obtenido
un jugoso rescate y quizás otras concesiones
como la liberación de presos
yihadistas, siguiendo con ello la
frustrante práctica que encontramos
no solo en el país sino también en la
región. La liberación de dos centenares
de terroristas yihadistas en Malí
en el contexto de la puesta en libertad
de rehenes secuestrados por la
antena de Al Qaida, el Grupo de Apoyo
al Islam y a los Musulmanes liderado
por Iyad Ag Ghali, entre octubre y
noviembre, había creado un peligroso
precedente a escala regional.
El secuestro masivo reivindicado por
el propio Shekau –y tan rápidamente
y en buena medida resuelto en lo que
a la liberación de rehenes respecta–
tenía además una segunda lectura,
también preocupante, y esta de orden
táctico. Con la captura de los 333 jóvenes
realizada en palabras del líder
de Boko Haram «para promover el Islam
y desalentar las prácticas no islámicas,
ya que la educación occidental
no es el tipo de educación permitido
por Alá y por su Santo Profeta», el grupo
terrorista abría una nueva dimensión
de su activismo en la subregión
noroccidental del país, en la que es
más frecuente sufrir de su parte ataques
contra militares y secuestros selectivos
pero hasta ahora nunca masivos
como este. Ello indicaría que la
influencia de Boko Haram, ya importante
en la zona nororiental nigeriana
que incluye la región transfronteriza
del Lago Chad, se estaría expandiendo
peligrosamente. Y ello es aún más
importante si consideramos que en
términos de cifras Boko Haram tiene
menos miembros estimados que
el EIAO —un millar aproximadamente
frente a los alrededor de 9000 del segundo
grupo— pero que con su ambiciosa
proyección y gracias a los secuestros
y los beneficios que de ellos
obtenga podrá incrementar sus filas.
El balance del activismo terrorista de
Boko Haram y de escisiones como el
EIAO pone finalmente en evidencia
al Presidente Muhammadu Buhari,
quien llegara al poder en 2015 planteando
como prioridad acabar con el
terrorismo yihadista que también entonces
ensangrentaba al país. Aunque
en febrero de 2019 lograba renovar
su mandato presidencial lo hacía
ya en unos comicios en los que la participación
fue muy baja, del 35 % del
electorado, y con el telón de fondo
tanto de tensiones intercomunitarias
cada vez más extendidas por el territorio
nacional como de una creciente
tendencia gubernamental a privilegiar
la expansión de la religión musulmana
en un país multirreligioso tradicionalmente
sometido a graves tensiones y
peligrosos desequilibrios.
Finalizado por el autor el 22 de
diciembre de 2020
NOTAS
1. Martínez López, María: «Nigeria:
Boko Haram no se detiene y la
violencia se extiende», ABC Alfa
y Omega, 1 de octubre de 2020,
p. 3.
2. Amorós, Alba: «Daesh asesina a
cinco cooperantes que había secuestrado
en Nigeria», ABC, 24 de
julio de 2020, p. 27.
3. «Jacob Zenn, experto en Boko Haram:
"Pedirán dinero y libertad de
presos", por los chicos secuestrados
», en https://huawei-website.
yana.asideas.de, 16 de diciembre
de 2020.
4. «Nigeria anuncia la liberación de
más de 300 estudiantes secuestrados
por Boko Haram», El País,
18 de diciembre de 2020, p. 8.
5. Kharief, Akram: «Algérie: la libération
des djihadistes au Mali ne
passe pas», Jeune Afrique, 19 de
noviembre de 2020.
6. «Boko Haram se atribuye el secuestro
de 333 estudiantes», ABC,
16 de diciembre de 2020, p. 30.
7. «Nigeria: Boko Haram revendique
l’enlèvement de centaines de lycéens
», Le Parisien, 15 de diciembre
de 2020.■