INTERNAMIENTO EN MAHÓN
DE BARCOS ITALIANOS
Manuel NADAL DE UHLER
(Retirado)
N la mañana del 10 de septiembre de 1943, la
población de las riberas del puerto de Mahón,
desde el castillo de San felipe hasta los muelles
de la ciudad y desde la fortaleza de La Mola
hasta la isla Pinto, vieron sacudida su calma
todavía veraniega por la entrada en la ría de
varios buques de guerra arbolando la bandera
italiana.
Desde muy temprano corrían rumores que
hablaban del hundimiento del acorazado Roma,
de la Regia Marina, en aguas entre Cerdeña y
Menorca. El vigía de La Mola avistó pronto
varios buques de guerra dirigiéndose a Mahón y
en seguida se corrió la voz de que venían perseguidos
por la aviación alemana. Los habitantes
de Villacarlos (Es Castell) creyeron oír el ruido
de las explosiones de las bombas tudescas y el sonar de la artillería antiaérea
de los barcos italianos…
El caso es que a media mañana la noticia había corrido como la pólvora y
todas las casas y miradores con vistas al puerto estaban repletos de una expectante
multitud.
En efecto, pronto comenzaron a entrar los buques avistados: un crucero
(Attilio Regolo) y tres destructores (Mitragliere, Fuciliere y Carabiniere) con
el agresivo y a la vez airoso aspecto que les daba su inconfundible diseño
italiano y con la pintura de camuflaje propia de tiempos de guerra. fueron
llegando lentamente y pronto se advirtió que llevaban sus toldillas cubiertas
con banderas, y que estas cubrían los cuerpos de muertos y heridos rescatados
del naufragio del Roma.
Amarrados ya los buques en la plana de cala figuera, frente al fonduco, se
produjo durante toda la mañana una continua procesión de embarcaciones
menores entre estos y la isla del Rey, donde los muchos heridos del Roma y de
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