Centro de operaciones del JPL, desde donde se controlará la misión SunRISE. (Imagen: Wikipedia Commons)
revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2021
228 la misión SunRISE
OBJETIVOS CIENTÍFICOS
En todo el universo se producen
diversos fenómenos de aceleración
de partículas que se rigen por la misma
física. Estudiar lo que ocurre en
el Sol, por tanto, puede aportar información
no solo sobre las conocidas
llamaradas solares, o las partículas
solares energéticas, sino también
sobre los misteriosos rayos cósmicos
procedentes de las profundidades
del espacio. La misión SunRISE aportará
un punto de vista que no estará
al alcance de otros ingenios espaciales,
como la citada sonda Parker, que
a pesar de que volará muy cerca de
nuestra estrella (hasta unos 10 radios
solares), no se ocupará de medir las
partículas allí donde son aceleradas
(a unos tres radios solares). Se piensa
que las partículas son aceleradas
y obtienen su energía en regiones
particulares del Sol, y la SunRISE permitirá
detectar su origen y ubicación,
cómo se transportan hacia el resto
del sistema solar, etc.
Los denominados radio-estallidos
que originan los chorros de partículas
aceleradas son de diversas clases.
La misión SunRISE, en particular,
se dedicará al Tipo II y al Tipo III. El
primero está relacionado con las
espectaculares eyecciones de masa
coronal, mientras que el segundo
implica a electrones escapando de
las regiones activas e incorporándose
al viento solar que se extiende
hacia la Tierra y el resto del sistema
solar, siguiendo las líneas del campo
magnético solar.
Los estallidos de ambos tipos
son regularmente detectados por
diversos instrumentos en vehículos
espaciales, pero estos no están
equipados para determinadas mediciones.
En cambio, los CubeSats
SunRISE podrán determinar el origen
y la ubicación angular de los estallidos
respecto al espacio, así como
su frecuencia. Los científicos aún no
tienen claro cuáles son los mecanismos
que originan la aceleración de
las partículas, así que se espera que
la constelación sea capaz de ubicar
con precisión los puntos de partida
de las emisiones de Tipo II, en relación
a las eyecciones de masa coronal,
para lo cual se investigará la
expansión de estas en la región que
va de 2 a 20 radios solares, que es
precisamente donde se produce la
máxima aceleración de las partículas.
Por otro lado, los estallidos de Tipo
III estarían muy relacionados con el
campo magnético solar, de modo
que los componentes de SunRISE
observarán a los electrones durante
su travesía a través de la corona y su
paso desde esta al amplio espacio
interplanetario. Este tipo de investigación
topológica no se había efectuado
hasta la fecha.
Todo lo anterior será investigado
por los CubeSats, que trabajarán
actuando simultáneamente y bajo
el método de la síntesis de apertura,
un sistema ampliamente utilizado en
tierra en una gran variedad de telescopios
y radiotelescopios. En este
caso, los satélites mantendrán unas
distancias para garantizar la estabilidad
de dicha apertura, pero los
ingenieros no deberán mantener un
férreo control sobre ellas. Los márgenes
de precisión, teniendo en cuenta
que los ingenios se mantendrán a
unos 10 km entre sí, no tendrán que
ser mejores de 1 km. El único condicionante
será que estas distancias se
conozcan con una exactitud igual o