EM OE TM PA HP
TG I-XXVIII
Porcentaje
99 13,3 13,3 36,2 14,3
TG Select.
100 16,7 11,1 44,4 0
Tabla 6. Diplomas de los TG (I-XXVIII y
XXXIII-XXXVIII)
Por el contrario, se aprecian cambios
muy importantes en el conocimiento
de idiomas extranjeros. Todos los tenientes
generales de las promociones
del Selectivo tienen acreditado el inglés,
frente al 60 % de las promociones
I-XXVIII. Un tercio de los tenientes
generales tiene también acreditado el
francés.
IN FR OTROS
TG I-XXVIII
Porcentaje
60
TG Selectivo
100 20,7 8,5
Tabla 7. Porcentaje TG con acreditación
francés
Según la base de datos TESEO (de
tesis doctorales), solo uno de los generales
del Selectivo ha obtenido el
título de doctor. Y únicamente siete
generales tienen registrados en la
base de datos de Dialnet cinco trabajos
o más. Claramente, el modelo de
«militar erudito», que goza de cierta
popularidad en países como Estados
Unidos1, no ha triunfado en España.
Las dificultades para compaginar el
trabajo académico con una intensa
vida profesional, como la que se espera
de los que aspiran a las más altas
jerarquías, así como, quizá, la escasa
valoración de la actividad académica
durante el proceso de clasificación
para el ascenso, pueden ser las razones
60 / Revista Ejército n.º 959 • marzo 2021
principales. Y es que en España la
selección para los mandos superiores
está basada, sobre todo, en la capacidad
de liderazgo y de gestión demostrada
en la práctica, más que en los
méritos académicos que los aspirantes
puedan haber demostrado.
ALGUNOS COMENTARIOS
FINALES
Aunque no todos los datos obtenidos
sobre las promociones del Selectivo
son directamente comparables con
los que el general Ortega nos ofrecía
en su artículo, sí llama la atención que,
a pesar de las diferencias importantes
en las experiencias profesionales de
unos y otros oficiales, así como de las
novedades introducidas en los sistemas
de selección y ascenso, algunos
resultados sean muy similares. Por
ejemplo, los relativos el reparto del
número de generales entre la cabeza,
el centro y la cola de las promociones.
El sistema actual busca que el ascenso
no venga predeterminado por los
resultados obtenidos en las academias
durante la enseñanza de formación,
sino que dependa de la trayectoria
profesional a lo largo de toda la
carrera, pero es algo que ya ocurría, y
en proporciones no muy distintas, con
el antiguo sistema. Los datos globales,
en cualquier caso, pueden esconder
diferencias significativas, que quizá
aflorarían si se descendiera a una
consideración más detallada de los
perfiles profesionales de los que ascendían
a general hasta la promoción
XXVIII y los que lo han hecho en las
promociones XXXIII-XXXVIII.
Parece, así mismo, que proceder
de familias radicadas en la guarnición
de Madrid incrementa significativamente
la probabilidad de alcanzar
empleos de general. Se trata
de un fenómeno interesante, para el
que no existen explicaciones claras.
Una posible hipótesis, que habría,
en cualquier caso, que verificar por
medio de estudios más detallados,
sería que las carreras de estos oficiales
han sido más sedentarias (en
particular, a causa del trabajo de sus
cónyuges) y que la radicación definitiva
en una guarnición determinada
se ha producido antes de lo que era
habitual en promociones anteriores.
Aquellos instalados en Madrid, que
en gran parte son aquellos cuyas familias
ya lo estaban, han podido desarrollar
carreras profesionalmente
atractivas sin necesidad de sacrificar
para ello su vida familiar, o hacerlo en
una medida menor que los radicados
en otras guarniciones.
Por el contrario, si hay algo que ha
cambiado bastante entre el sistema
clásico y el nuevo es el arma que resulta
beneficiada en el número de
ascensos a general. Según el estudio
del general Ortega era ingenieros,
al menos para el empleo de teniente
general, mientras que en las
promociones del Selectivo lo es, con
mucha diferencia, infantería. Es algo
que resulta, a primera vista, contraintuitivo,
ya que el actual sistema de
ascenso parece, en principio, neutro
respecto al arma de procedencia
y no debería producir un sesgo
tan claro. Quizá la diferente facilidad
de acceso a misiones internacionales,
con la importancia que la participación
en ellas puede haber tenido
en la selección final de los oficiales,
puede ser el factor que explique esta
diferencia.
NOTAS
1. En un interesante artículo publicado
por Elisabeth Braw en 2017
se puede encontrar una discusión
de la tendencia (claramente visible
en Estados Unidos) a favorecer
que los mandos militares se
doctoren.
BIBLIOGRAFÍA
Los datos que se han utilizado en
este trabajo proceden de: a) Diarios
Oficiales del Ejército, mes de julio,
años 1978-1983, b) Boletín Oficial
del Estado (Ministerio de Defensa,
personal): años 2003-2009 y c) Escalillas
del Cuerpo General del Ejército
de Tierra, años 2013 y 2018.
- Braw, E.: (25/09/2017). «The
PhD Generals». Standpoint.
https://standpointmag.co.uk/
features-october-2017-elisabeth
braw-the-phd-generals/ (acceso:
26-11-2019).
- Ortega Martín, J.: «Nuestros tenientes
generales». Revista Ejército,
903: 29-36; 2016.■