revista de aeronáutica y astronáutica / abril 2021
la Viuda Negra los inicios. El legendario YF-23 281
y mejoran a pasos más agigantados,
no hacían a un avión «invisible» (tal y
como se conoce hoy en día) sino, más
bien, intentaban «saturar» o «confundir
», por así decirlo, los sistemas de
búsqueda y seguimiento de objetivos
antes y/o durante el lanzamiento del
armamento.
Así, el Programa ATF como tal no
comenzó realmente en los inicios
de la década de 1980, sino en 1971,
época en la que los «padres» de una
generación de cazas que aún siguen
en primera línea de combate, eran
la punta de lanza de las fuerzas armadas
estadounidenses. En efecto,
el primer uso oficial del nombre ATF
o Advanced Tactical Fighter se incluyó
en el CONOPS del Mando Aéreo
Táctico (TAC), iniciándose una
fase de estudios conceptuales a la
par que los F-14, F-15, YF-16 e YF-17
estaban entrando, o bien en la fase
prototipo, o bien en la de fabricación
y entrega de aviones serie. La
variedad de soluciones propuestas
para este concepto (que realmente
y pese a las siglas no describía a un
caza de superioridad aérea como
tal, sino más bien a un cazabombardero
de nueva generación), era tan
diversa que, poco o prácticamente
nada, tenían que ver con lo que
casi 20 años más tarde vería la luz,
pese a que, inclusive, se promulgó
una fase concurso del ya llamado
ATG (Air To Ground) en la que quedaron
finalistas, en 1972, McDonell
Douglas y General Dynamics; la reducción
presupuestaria acentuada
por el fin de la Guerra de Vietnam
y nuevos recortes, pronto puso fin
a esta tentativa inicial, enfocándose
YF-17 durante uno de los vuelos de evaluación. (Imagen: US DoD)
S-200 Angara (SA-5). (Imagen de Vitaly V. Kuzmin)