TEMAS GENERALES
Estados Unidos crearon para combatirlo y que aún está operativa por seguir
siendo necesaria (23).
En cuanto a Al Qaeda, recordemos cómo este grupo consiguió con sus
macroatentados del 11 de septiembre de 2001 atacar a la superpotencia en su
territorio y hacerlo además, y como agresor, utilizando herramientas innova-doras.
Prueba de ello es que por primera vez en la historia de la OTAN se
invocaba el Artículo 5 de defensa mutua, tras reflexionar sobre la naturaleza
del atentado y tipificarlo como acto de agresión, y se ponían en marcha impor-tantes
herramientas convencionales para hacerle frente. Lo dramático en rela-ción
con el conflicto sirio y con su dimensión híbrida es que quienes represen-tan
a Al Qaeda en este campo de batalla son grupos que operan en los
escenarios de influencia de algunos de los Estados implicados, lo que refleja
la complejidad que hay detrás de un campo de batalla convencional e híbrido,
en el que los terroristas han pasado a ser actores «cuasi normalizados».
El creciente papel de la República Popular China
China desarrolla estrategias híbridas en sus escenarios más inmediatos, y
por tanto más sensibles, desde su perspectiva de seguridad y de defensa.
Omnipresente en el Pacífico Occidental y extendiendo cada vez más sus tentá-culos
por doquier, su maquinaria económica y propagandística eclipsa a veces
sus habilidades en el terreno de la seguridad, en el que combina herramientas
clásicas de presión y de coacción con un hábil uso de la desinformación (24).
La defensa de sus intereses nacionales y la reducción de la influencia de
sus adversarios, con especial atención a los Estados Unidos, es su prioridad
máxima, y para ello aplica instrumentos clásicos de presión diplomática y de
gestión propagandística con estrategias híbridas en aguas de los mares del Sur
y Este de China.
En relación con los intereses nacionales más inmediatos, destacamos —apar-te
de su reacción aparentemente ágil, pero sobre todo opaca, del surgimiento y
desarrollo de la COVID-19— dos escenarios de acción permanente y multidi-mensional
de Pekín que combinan instrumentos híbridos y clásicos: la gestión
de la región de Xinjiang y la de la evolución de Hong Kong. La región del
noroeste chino, fronteriza con Kazajistán, está poblada mayoritariamente por
musulmanes uigures a los que China trata de poner bajo control con medi-das
de coacción denunciadas desde diversos foros. Son medidas de asimila-
(23) «Irak. Résurgence de l’Etat Islamique», Ouest France, 2 de marzo de 2021.
(24) Sobre la elaboración teórica de los coroneles chinos Qiao Liang y Wang Xiangsui,
publicada en el lejano 1999 y que ya ahondaba sobre las amenazas multidimensionales, véase
QUIÑONES DE LA IGLESIA, F. J.: op. cit., pp. 10-11.
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