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modernización y reforma más importantes
de las últimas décadas. Durante
cerca de veinte años el Army había
enfocado todo su potencial a optimizar
su actuación en operaciones
de contrainsurgencia, pero ello tuvo
el coste de desatender los grandes
cambios que se iban produciendo en
el entorno operativo.
El nuevo entorno operativo había
puesto en escena unos adversarios
que, en potencia, tenían ya capacidad
para disputarle su hasta entonces
supremacía en las operaciones. Además
se estaban acelerando profundos
cambios de todo tipo que muy
probablemente devendrán en lo que
algunos autores denominan una revolución
sociomilitar con profundas
implicaciones en la organización militar
y en la sociedad.
Efectivamente, no solo se producen
cambios tecnológicos que afectan a
los asuntos militares, sino que también
la evolución de la sociedad está provocando,
entre otros efectos, un gran
impacto en la naturaleza del trabajo.
Como resultado, las condiciones en las
que en los últimos 50 años el Army había
actuado en el mercado laboral son
ahora muy diferentes, y se ve obligado a
competir por el personal que disponga
del talento que necesita y que es altamente
demandado. Para participar con
éxito en ese mercado tiene que adoptar
los preceptos de la «gestión del talento
» y abandonar la gestión de personal
propia de la era industrial.
Para el Army, la «gestión del talento
» supone una total transformación
de la que espera obtener una mayor
productividad, y esta productividad
se mide en términos de una mayor
disponibilidad y letalidad, lo cual
constituye una importante prioridad
para cualquier ejército. Con esta nueva
«gestión del talento» se pretende
aplicar sobre el personal toda práctica
que conlleve una mayor productividad
para la institución y, además, potenciar
los conocimientos, destrezas,
conductas y preferencias de cada individuo,
de manera que se produzca un
beneficio mutuo para ambas partes.
En este contexto, ocurre que la salud
y la forma física se están convirtiendo
en un problema para el Army. Por un
lado, en EE. UU., un 70 % de las personas
en edad de reclutamiento no son
aptas y la obesidad es la causa de ello
en casi la mitad de los casos. Por otra
parte, dentro del Army, un 20 % del
personal en activo sufre también ciertos
grados de obesidad y anualmente
hasta el 55 % de los soldados padecen
algún tipo de lesión física, lo que se
traduce en 10 millones de días de trabajo
perdidos y 577 millones de dólares
en atención médica. Por último el
12 % del componente activo del Army
(unos 56 000 soldados) no son desplegables
por las razones anteriores,
lo cual es el equivalente a 13 brigadas
de maniobra, de los cuales el 66 %
de los casos es por razones médicas
(9 brigadas de maniobra).
En este contexto, se ha puesto en marcha
el nuevo sistema Holistic Health
and Fitness (H2F), que podría traducirse
al español como «Salud y forma
física integral». Con el H2F el Army
pretende mejorar su productividad (es
decir, su disponibilidad) actuando a
través de la de cada individuo, la cual
es la base de la disponibilidad de las
unidades.
La salud y la forma
física se están
convirtiendo en
un problema para
el Army
Básicamente, la idea es implementar
un sistema en el que un grupo de expertos
en H2F asignados a cada unidad
tipo brigada evaluará y valorará el
estado físico y mental de cada uno de
los soldados y diseñará programas a
medida para mantener o mejorar su
capacidad personal, de manera que
pueda afrontar óptimamente los cometidos
propios de su especialidad o
puesto asignado. Este programa pretende
además actuar sobre el individuo
a lo largo de toda su trayectoria
en filas, para lo cual deberá adaptar
su acción en cada momento.
Todo ello realmente supone un cambio
cultural mediante el que se quiere
dejar atrás un sistema de enfoque industrial
en el que se impartía un mismo
programa de formación física en
las unidades, sin contar ni con las particularidades
de cada individuo ni con
personal experto o material especializado
en algunas materias esenciales.
Ese enfoque llevaba a sacrificar
el rendimiento óptimo de cada individuo
debido a la imposibilidad de actuar
más allá del conjunto como tal.
Por lo tanto, optimización e individualización
son dos de los principios del
sistema H2F, siendo el tercero el de