
EDITORIAL
Reconocimiento
a una labor diaria
EL Día de las Fuerzas Armadas ha estado marcado por la realidad que vive hoy la
sociedad española, a la que los militares sirven. Acorde con la mejora en la crisis
sanitaria, la celebración ha vuelto a las calles, pero lo ha hecho en un contexto
de restricciones por la pandemia, con actos reducidos al izado de bandera y al
homenaje a los caídos en diferentes ciudades, a los que se ha sumado, en Madrid, el desfile
breve de unos 500 efectivos de los Ejércitos, la Armada, la Guardia Real y la Guardia Civil,
presidido por el Rey. Aun así, ha sido un primer paso para volver a la normalidad, que ha
permitido a los militares estar cerca de los ciudadanos.
Este es un Día para reconocer la labor de unas Fuerzas Armadas que contribuyen a
preservar la inestable paz internacional, hacen frente a la defensa permanente de nuestros
espacios de soberanía y colaboran en distintas tareas de protección de los ciudadanos, como
se ha puesto de manifiesto en los últimos meses frente al coronavirus y a los efectos de la
borrasca Filomena. «Esta es una familia —les dijo la ministra de Defensa, Margarita Robles, en
un mensaje institucional difundido con motivo de esta celebración— en la que todos estamos
unidos para que, con los valores, los principios y la ilusión que tienen las Fuerzas Armadas,
contribuyamos cada día a hacer de España un país mejor».
De manera oportuna, el lema del Día de las Fuerzas Armadas de 2021 ha sido el de
«Tradición e innovación». En él se aúnan varias conmemoraciones históricas —el V Centenario
de la Primera Vuelta al Mundo, los 250 años de la batalla de Lepanto, el centenario de la
fundación de la Legión y el de las cuatro primeras bases aéreas, en Tablada, León, Getafe
y Zaragoza— con el presente de unas FAS profesionales y eficientes y el futuro al que se
tiende con una aspiración continua de transformación y modernización, tan necesaria hoy
para afrontar los múltiples y cambiantes desafíos y amenazas a nuestra seguridad.
El impulso a la innovación se pone de manifiesto en el proceso de transformación digital
en el que está inmerso el Ministerio de Defensa; en la renovación del Arma Submarina que
inicia el S-81 Isaac Peral, recientemente puesto a flote; y en el comienzo de otros programas,
como el Dragón 8x8, las fragatas F-110 o el Sistema Aéreo de Combate Futuro (FCAS). Es
preciso disponer de unas Fuerzas Armadas tecnológicamente avanzadas y apoyadas por una
industria de defensa fuerte y bien posicionada en el exterior, con el fin último de prestar cada
día un mejor servicio a los ciudadanos.
RED
Junio 2021 Revista Española de Defensa 5