450 ANIVERSARIO DE LA BATALLA NAVAL DE LEPANTO
bizcocho o galleta, agua, habas, arroz, aceite y sal, y en navegaciones difíciles
o antes de los combates se solía reforzar con bizcocho mojado en vino.
La gente de cabo comía algo mejor, ya que su dieta incluía además carne
salada, tocino, queso, pescado, garbanzos y vino. Se alojaban de acuerdo con
sus categorías, a veces donde buenamente podían, en espacios tan reducidos que
daban origen a roces y hasta a duelos, que eran las lógicas consecuencias de
vivir en un ambiente de hacinamiento regido por un montón de normas
de protocolo y etiqueta, a veces difíciles de entender. El hacinamiento y las
duras condiciones de vida favorecían la aparición de enfermedades. En cambio,
debido a las cortas estancias en la mar, no había escorbuto, que era la plaga de
los veleros.
Las galeras contaban con elementos distintivos, como luces, banderas,
estandartes, gallardetes, etc., que se usaban de acuerdo con su rango, el mando
y el momento. Entre las luces estaba el fanal o gran farol del coronamiento de
popa. Si una galera real encendía tres fanales, las capitanas podían encender
dos, y los restantes mandos uno; las demás galeras no lo encendían. Además,
los mandos de las escuadras llevaban un gran estandarte en un asta de unos
cinco metros, desplegado a la diestra, a la altura del estanterol, y también
mostraban otras banderas y gallardetes dependiendo de las circunstancias.
Todas las galeras debían mostrar banderas de combate con las armas del rey en
las entradas y salidas de puerto, en combates y en grandes solemnidades, en las
que también se solían engalanar.
Sus nombres o denominaciones tenían diferentes orígenes y características,
y podían ser advocaciones o apelativos. La advocación era el nombre de una
virgen o un santo al que la galera encomendaba su protección, como San
Jorge o San Vicente, que a veces era doble, como San Miguel y Santa Bárba-ra.
El apelativo era como se conocía a la galera. Unas veces coincidía con la
advocación, como Santa Lucía, y otras venía de alguna circunstancia especial,
como la Quemada, por haber sufrido un incendio. En ocasiones era conocida
por su mascarón, como La Loba de Álvaro de Bazán en Lepanto, el cual
representaba a este animal. También podía venir de sus funciones o de las
insignias que transportaba, como la Real de Juan de Austria en Lepanto o la
Capitana, la Sultana, la Patrona, etc. A veces el nombre estaba relacionado
con el de su propietario o armador, como la Negrona, que pertenecía a Juan
Ambrosio Negrón. Y también se usaba como nombre el indicativo de llamada
y reconocimiento, como Dos Delfines o León con el Fénix.
Galeaza
Era esta una galera grande construida durante los siglos XVI y XVII, y fue en
la segunda parte del siglo XVI cuando más se utilizó. Su nombre viene del
término italiano galeazza, aumentativo de galea o galera en dicho idioma. Se
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