El personal civil del
Ejército del Aire
Un recurso valioso y escaso
revista de aeronáutica y astronáutica / septiembre 2021
editorial 673
El personal civil que presta sus servicios en el Ejército
del Aire es una parte fundamental de nuestros efectivos
y un elemento imprescindible para su funcionamiento.
Su contribución al cumplimiento de nuestras misiones,
tanto por parte del personal funcionario como del laboral,
es insustituible.
En el EA estamos orgullosos de contar con magníficos
profesionales civiles, fuertemente vinculados con
la Institución, trabajando codo a codo con sus compañeros
militares. Sus funciones abarcan ámbitos muy
variados, entre los cuales merece especial mención el
sostenimiento de nuestros sistemas de armas, ya sea en
Maestranzas, Centros Logísticos o talleres, donde ejercen
un papel fundamental en la generación de horas
de vuelo de nuestras aeronaves, auténtico termómetro
de la operatividad de nuestras unidades.
La mayor parte de este personal se caracteriza por
su capacitación técnica y acumula una amplia experiencia
en el campo aeronáutico. Las vicisitudes de su
trayectoria profesional les permiten permanecer en
un determinado puesto de trabajo, y esa estabilidad
complementa la movilidad propia de la profesión militar
y sirve para dar continuidad al conocimiento experto
en las tareas que llevan a cabo, por lo que su labor
y conocimiento son muy difíciles de reemplazar en
el corto plazo. Así mismo, esa sinergia con todos sus
compañeros militares unido a la continuidad en sus
puestos, hace que además de la formación técnica de
todos ellos, tengan también una formación en valores
digna de mencionar. Aprovechar sus capacidades, fruto
de su formación y experiencia acumulada, ha sido y
es la clave del éxito de su integración.
Sin embargo, la situación actual del personal civil
en el EA no atraviesa sus mejores momentos. Desde
el año 2000 el número de efectivos civiles que prestan
sus servicios con nosotros no ha dejado de disminuir,
y en los últimos quince años hemos pasado de contar
con 6.000 civiles a una plantilla actual de escasamente
3.000, con un déficit de más de mil efectivos con respecto
a la Relación de Puestos de Trabajo autorizada.
Esta situación se agravará además en los próximos
cuatro años, cuando está previsto que más del 30 %
del personal civil alcance la edad de jubilación.
Las acciones emprendidas desde hace ya varios años
por la Subsecretaría de Defensa para paliar la creciente
escasez de personal civil y atender las necesidades específicas
del EA, han conseguido disminuir su tasa de
reducción, si bien los prolongados procesos de contratación
impiden que los resultados resulten palpables
en el corto plazo.
Recuperar los niveles mínimos especificados para
cada plantilla requeriría que la tasa de reposición
en los próximos años se situara en el entorno de las
350 plazas anuales, para lo que sería imprescindible
establecer un plan a medio plazo que, entre otras
medidas, incrementase la Oferta de Empleo Público,
incentivase su cobertura y agilizase en la medida de lo
posible los procesos de incorporación.
Aunque somos conscientes de que el esfuerzo a
realizar supera el ámbito exclusivo del Ministerio de
Defensa y requiere de una actuación integral a nivel
interministerial, afrontamos el futuro con optimismo,
convencidos de que la situación está en vías de resolverse
aunque llevará tiempo hasta que veamos los resultados
mencionados.
El Ejército del Aire del siglo XXI precisa seguir contando
con personal civil cualificado entre sus filas. Nuestro
deber es asegurar un número adecuado de efectivos,
ofrecerles una trayectoria profesional que permita desarrollar
al máximo sus capacidades y su talento, y reforzar
su vinculación con la institución y los valores de
servicio público que profesamos todos los que formamos
parte del Ejército del Aire.
Por que, reiteramos una vez más, el Ejército del
Aire es ante todo un gran equipo, en el que todos sus
miembros, civiles y militares, desempeñamos una labor
trascendental para afrontar con éxito las importantes
misiones que tenemos encomendadas para contribuir
a la seguridad y defensa de España.