Durante la década de los cuarenta,
Franco se encuentra aislado e impone
una política autárquica a la que se
sumarán dos temores: un enemigo exterior,
con una posible invasión Aliada,
de ahí la fortificación del Pirineo (la «Línea
P»), y la lucha contra el enemigo interior
(precisamente representado por
los maquis), que supuso una auténtica
guerra de contrainsurgencia cuya persecución
y neutralización recayó fundamentalmente
sobre la Guardia Civil
y las unidades de montaña. En este
contexto, la visión estratégica española
es claramente defensiva, de defensa
territorial, por lo que no interesan
fuerzas especiales al estilo de las que
se desplegaron en la Segunda Guerra
Mundial. Además, la situación material
del ejército español no era la más favorable,
pues presentaba precariedad de
armamento y medios, siendo la mayoría
remanentes de la Guerra Civil.
Habrá que esperar a la década de los
cincuenta para que la figura del guerrillero
vuelva a ser rehabilitada. Así,
el día 1 de diciembre de 1956, según
el Diario Oficial n.º 271, se convoca el
primer curso para la obtención del Título
de Aptitud para el Mando de Unidades
de Guerrilleros (CAMUG). Poco
después, en 1957, se publica el folleto
titulado los Aspectos generales de la
lucha de guerrillas, creado por el Estado
Mayor Central (EMC) para que
en el ejército regular fueran conocidas
las características especiales de la
guerra de guerrillas y contraguerrillas.
El CAMUG tenía por finalidad los siguientes
36 / Revista Ejército n.º 965 • septiembre 2021
objetivos:
• Contribuir a la organización, especialmente
en la retaguardia enemiga,
del movimiento guerrillero,
prestándole el apoyo preciso para
la instrucción, el abastecimiento y
adecuado empleo del armamento,
material y equipo que se les pudiera
proporcionar a estas fuerzas.
• Asesorar técnicamente a los mandos
de las unidades guerrilleras
para el desarrollo de sus operaciones
o dirigirlas personalmente.
• Contribuir a la organización de la
guerra de tipo psicológico y subversiva
en la retaguardia enemiga.
• Actuar por sí mismos, organizados
en grupos especiales, para ejecutar
las diversas misiones (información,
golpes de mano, sabotajes, etc.) en
la retaguardia enemiga, que por el
Mando les sean señaladas.
Mapa con la ubicación de las antiguas Compañías de Operaciones Especiales