Suboficial al mando de su equipo durante la operación Balmis
45
primero y después de haber superado
un curso de aptitud de seis meses de
duración. El reglamento que desarrollaba
la citada ley, publicado el 18 de
agosto de 1933, en el artículo 15 ratificaba
lo expuesto en cuanto a ingreso
y formación, y lo ampliaba en el sentido
de que se ajustaría a lo que al respecto
se legislase.
Por la Ley de 5 de julio de 1934 se
introducían modificaciones en el recién
creado cuerpo. Las más significativas
eran la supresión de algunos
empleos y la consideración del sargento
como suboficial. El reglamento
para la aplicación de la misma,
publicado el 10 de julio de 1935, en
el artículo 15, entre otras cosas dictaminaba
que el ingreso sería con el
empleo de sargento después de haber
seguido un curso en las Escuelas
Regimentales y aprobar un examen
de aptitud ante un tribunal que
se reuniría en las cabeceras de las
divisiones, comandancias insulares
de Baleares y Canarias y Jefatura de
la circunscripción de África. Los citados
exámenes se ajustarían a lo dispuesto
en la Orden Circular de 15 de
febrero de dicho año.
La contienda civil impidió la aplicación
de lo legislado y, ante la demanda de
sargentos para cubrir las bajas que se
producían en el frente, el bando nacional
creó la figura del sargento provisional,
como solución a la acuciante necesidad
que de estos mandos había.
Una vez finalizada la guerra, y con la
finalidad de aprovechar la lealtad,
disciplina, espíritu de sacrificio, valor
y entusiasmo mostrado por estos
hombres, por Orden de 16 de junio
de 1942, se organizan los cursos de
transformación de sargentos provisionales
en efectivos. Así, el 8 de enero
de 1943 se convoca el primer curso de
transformación, el cual, con una duración
de cuatro meses, se desarrollaría
en las Unidades Especiales de Instrucción
pertenecientes a las Escuelas de
Aplicación de las Armas y Servicios.
Por Orden de 30 de enero de 1956 se
aprobaba el Reglamento Provisional
de Ingreso y Permanencia en el cuerpo
de suboficiales. En su artículo 52
se disponía: «el ingreso en el cuerpo
sería con el empleo de sargento y después
de superar la prueba de aptitud
que se mencionaba en el artículo 53.
La misma consistía en superar un curso
para el ascenso a sargento, que se
desarrollaría en las Escuelas de Aplicación
de las Armas y cuya duración
sería de ocho meses».
La Ley 13/1974 organiza la Escala
Básica de Suboficiales del Ejército
de Tierra. De su desarrollo emana
la Orden Ministerial de 31 de mayo
de 1974, por la que nace la Academia
General Básica de Suboficiales. Con
este centro se hacía realidad el sueño
de un puñado de mandos de nuestro
Ejército que llevaban algún tiempo
empeñados en su organización y
puesta en marcha.
Desde sus orígenes, en ella se implantó
una formación de corte académico
y dio vida a un resumen de pasado,
presente y futuro:
• Un pasado envidiable, con más
de 500 años de historia digna e imperecedera,
de unos profesionales
de la milicia que en su larga andadura
con nuestro viejo y glorioso
Ejército hicieron de su profesión, y
sobre todo de su empleo, todo un
canto a la lealtad, la competencia, la
disciplina y el espíritu de sacrificio.