entra en un club de democracias exclusivo
y tras nuestra incorporación ese club comienza
un camino nuevo, una andadura
inclusiva de apertura a otros países (...) España
ayuda a que la OTAN se transforme
para que, sin dejar de ser la fuerza que protege,
también sea un puente hacia otros, a
que se vaya convirtiendo en una organización
vertebradora de asociaciones con los
vecinos, tanto con los países más cercanos
como con otros más lejanos y, por supuesto,
con la Unión Europea, su complemento
idóneo y más natural».
En un repaso cronológico y cualitativo,
el responsable de la política de Defensa indicó
que en la década de los 90 la confianza
en nuestro país se consolidó mucho gracias
al buen hacer de los militares españoles en
las misiones de la ONU y acontecimientos
tan exitosos como la Conferencia de Paz
para Oriente Medio en Madrid o las Olimpiadas
de Barcelona. «La incorporación de
España a la Alianza sirvió de modelo; a partir
de nosotros, todos los siguientes europeos
que ingresan prácticamente lo hacen con
1981 2021
el mismo esquema: primero en la OTAN y
luego tratan de hacerlo en la UE». En esa
década comenzamos a tener puestos de
responsabilidad en la estructura de mandos
y, al mismo tiempo, «España empieza a proponer
modelos de seguridad apostando por
una Alianza más expedicionaria, que se implicara
en la seguridad donde hiciera falta».
Muy significativa fue la aprobación en 1994,
durante la cumbre de Estambul, de la iniciativa
Diálogo Mediterráneo, de la que España
fue una gran impulsora. «De una forma casi
imperceptible el centro de gravedad de la
Alianza se había desplazado al sur —resume
el SEGENPOL—; y lo había hecho geográfica
y conceptualmente. En un tiempo
récord para un país recién llegado, la OTAN
elige secretario general a un español, Javier
Solana, completándose aquí, en Madrid,
muy poco después un ciclo brillante con la
cumbre de 1997, la cumbre de la apertura
de la OTAN. El presidente de EEUU, lo calificó
entonces diciendo que la integración
española en la Alianza había reforzado a la
OTAN material, estratégica y moralmente».
Y llegamos a la época actual, a una
Alianza de 30 países con distintos intereses
y percepciones, incluso distintas visiones
de sus propios retos de seguridad, y en
la que han surgido nuevas dinámicas que
influyen en la seguridad, como las migraciones
masivas, las crisis económicas, el
ciberespacio o las pandemias. Una realidad
en la que, según detalló el SEGENPOL,
España basa su política aliada en diversos
ejes: el primero, fortalecer la espina dorsal
de la Alianza, la defensa colectiva, afrontando
de forma solidaria la defensa del Flanco
Este sin renunciar a la perspectiva amplia
de 360 grados que también mire al Sur.
En segundo, promover la máxima coordinación
y complementariedad con la Unión
Europea. En tercero, impulsar un proyecto
de capacidades ambicioso que supone un
avance tecnológico sin precedentes y que
contribuye a fomentar y proteger nuestra
base industrial. «De hecho —puntualizó el
almirante Martínez Núñez— en un reciente
examen, el responsable de planeamiento
de la OTAN hizo una defensa entusiasta y
Cuatro décadas de compromiso
1981
>25 de febrero. El presidente Calvo Sotelo propone en su discurso
de investidura incorporar España a la OTAN.
>2 de diciembre. El gobierno comunica a la Alianza su intención
formal de adherirse al Tratado de Washington y recibe la invitación
del Consejo del Atlántico Norte para iniciar el proceso.
1982
>30 de mayo. España se convierte en el miembro número dieciséis
de la OTAN.
1986
>12 de marzo. Los españoles respaldan en referéndum el ingreso.
Se establece un modelo de participación con seis Acuerdos
de Coordinación.
1992
>14 de julio. Con la fragata Baleares se inicia la participación de
la Armada en los Grupos Navales Permanentes de la OTAN.
1993
>15 de junio. Comienza la operación Sharp Guard para vigilar
16 Revista Española de Defensa Septiembre 2021